El presidente de El Salvador, Mauricio Funes inauguró la XXXIV período de sesiones de la Comisión Económica para América Latina y El Caribe (CEPAL), que se realiza en el país centroamericano con la presencia de diversas autoridades del continente, quienes debatirán hasta el 31 de agosto sobre el desarrollo económico, social y ambiental de la región.
Ante esto el jefe de Estado expresó que su gobierno comparte múltiples ideas de desarrollo con el organismo internacional, dentro de las que destacó la propuesta para la reivindicación del largo plazo y de la planificación, la necesidad de la transformación productiva, la apuesta estratégica por la igualdad y la construcción de un Estado al servicio de la democracia y el desarrollo.
En esta línea Funes advirtió que concuerda en el postulado realizado por la Organización de Naciones Unidas (ONU) y la CEPAL, quienes aseguran que “la desigualdad conduce a inestabilidad económica”, por lo que estima necesario que los gobiernos y Estados cambien las estructuras de consumo, producción y el modelo de crecimiento, de manera de avanzar hacia sociedades más justas y equilibradas económicamente.
“Muchos de nuestros países han tenido que batallar, en medio de toda esta debacle, con una larga herencia de políticas macroeconómicas arcaicas y modelos deficientes, que me atrevo a calificar incluso de modelos perversos, porque han minado el desarrollo pleno de nuestras naciones”, argumentó el presidente Funes en el discurso inaugural del encuentro.
En este sentido el mandatario salvadoreño, expresó que los Estados tienen que fomentar las estrategias necesarias para una redistribución progresiva del ingreso, además de potenciar la igualdad de oportunidades para los ciudadanos.
Por otra parte el gobernante defendió el rol del Estado en este cambio estructural, ente que según el presidente en concordancia con la CEPAL, es fundamental en la creación de empleo, para asegurar una vida digna a sus habitantes y solventar las necesidades de los sectores más vulnerables de la población, en su camino al desarrollo y una mejor calidad de vida.
“No existe, en América Latina y El Caribe, otro actor más que el Estado que pueda asumir el rol de coordinación ante la complejidad de políticas en esferas tan diversas”, aseguró Funes.
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