Sí, se que este titular puede sonar fuerte, pero es la traducción al español del peculiar grupo de música punk ruso – Pussy Riot- que tantos quebraderos de cabeza, nacionales e internacionales, ha causado desde su genial idea de grabar un video de su ofensiva canción –“María, madre de Dios, echa a Putin”- en la popular Catedral de Cristo Salvador de Moscú contra Vladimir Putin y sus relaciones con el patriarca de la Iglesia ortodoxa rusa, Kiril, el pasado 21 de febrero de 2012, y colgarlo en Internet.
Nadejda Tolokonnikova, de 22, Ekaterina Samutsevich, de 29, y María Alejina, de 24 años, artífices de este espectáculo tildado por la iglesia ortodoxa rusa de “blasfemo” y acusadas de “vandalismo” llevan detenidas desde entonces en prisión preventiva en un extraño proceso que, por supuesto, desacredita al sistema judicial ruso, pero que sobre todo hace saltar todas las alarmas de la falta de valores –principalmente el respeto- en el que se halla inmersa la juventud actual.
En defensa de estas jóvenes, se han escuchado las voces de más de cien artistas rusos y de numerosos cantantes internacionales, de la talla de Madonna, Sting, Peter Gabriel o Redtlot Chilli Peppers, más a favor de una especie de solidaridad colectiva hacia la libertad de expresión que en contra de un hecho que resulta inaceptable por lo que conlleva de atentado contra la libertad de los demás, el principal elemento en el que se sustenta la convivencia y la democracia en la sociedad actual.
Lo más doloroso de esta situación es que estas chicas no son conscientes de la manipulación a la que están siendo sometidas por parte de sus “seguidores” y de sus “detractores”. Todos ellos enarbolan la bandera de sus propios ideales, pero sin mojarse; despreciando, en toda su esencia, el presente y el destino de estas jóvenes que se enfrentan a un futuro más que incierto, predestinado -como poco y en un breve espacio de tiempo- al olvido, el silencio y la marginación social. Son títeres en manos del poder social y los medios de comunicación, víctimas propiciatorias del odio hacia lo diferente, muñecas rotas cargadas de frases tan demagógicas como “Nosotras acusamos” y “No pasarán”… Absurdas en esencia, jóvenes en espíritu.
“La juventud prefiere ser estimulada a ser instruída”, que decía George Bernard Shaw.
Camilo Cavalieri
Opinión
ÚLTIMA HORA: Las Pussy Riot acaban de ser declaradas culpables por “vandalismo”….
¿Y ahora qué?
Si, han sido manipuladas, por unos minutos de fama, lo pagarán caro.
Me adhiero a tu comentario. Exactamente esa es la esencia de lo que quería transmitir. Gracias, Marta.
De acuerdo con el artículo, pero creo que estas jóvenes no han medido las consecuencias, cuando salgan en libertad, la gente se habrá olvidado de ellas.
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