¿Se es más popular por ser grosero? Notoriamente no, solo se es más ordinario pero eso no tiene nada que ver ni con cercanías a la gente ni con pensamientos populares. Me da vergüenza escuchar al presidente y su entorno con el gil, el nabo de m.., abombado, a su ministro con andá a la p…. Enorme vergüenza pero además tiran por el piso el trabajo de miles de maestros, de docentes y de padres que luchan todos los días para brindarla. No es de mojigato que de eso tenemos poco, sino simplemente de uruguayos que nos ufanamos de la cultura de nuestro pueblo, y que queremos un presidente que hable bien, porque es el que nos debe representar. No somos un pueblo ordinario. ¿El presidente y sus ordinarieces son representativos de nuestro pueblo?
La próxima elección seguramente vamos a debatir sobre temas varios, pero antes debemos hablar de valores, lo primero que se ha perdido es eso. Si resulta gracioso que el presidente hable así, entonces algo anda mal. Los límites, los derechos y los deberes de cada uno, empezando por los que tienen más responsabilidad social, están en la base de la vida en comunidad, si no hay límites ni ejemplo para dar desde arriba que no se pidan abajo. Para un extranjero luego de escuchar al presidente con sus groserías es mucho más entendible que en la Universidad de la República haya quienes se niegan a otorgarle el doctorado Honoris Causa a Vargas Llosa. Un país donde de las alturas se hablan vulgaridades es coherente que niegue a uno de los grandes de las letras.
Nada tiene que ver ni con la austeridad, ni con la simpleza ni con lo popular. No debe haber nada más simple, más austero y sencillo que un aula de una escuela en un barrio o una rural, y sin embargo allí la maestra y los niños saben los límites y cuando alguien los pasa, se lo corrige.
Esto de los valores es la diferencia principal no con el pueblo frenteamplista, sino con aquellos que desde el gobierno han relativizado todo, y practican el “masomenismo”, todo da más o menos igual. Esto no es un tema de partidos, en todos molesta por igual.
No hay “Promejora” ni prueba PISA que pueda mejorar en una sociedad que no tiene claro estas cosas. Desde arriba, con el ejemplo se debe enseñar que no es lo mismo todo, que hay cosas que se pueden hacer y otras que no, que antes de hacer lo que se tiene ganas hay que hacer lo que corresponde. Si al mismo momento presenciamos en los informativos uno de los crímenes más horrendos y con más saña como el del joven trabajador de La Pasiva y minutos después el presidente recorre graciosamente la pista de carreras en su Fusca y no se da cuenta que eso irrita cuando los uruguayos estamos impactados, entonces el tema es de valores. No es que el presidente se ría de la muerte, no, es simplemente que no le importan los límites. O que no los conoce, lo que es peor.
Mujica, predique con el ejemplo: educación, educación, educación.