
El gobierno de Perú aprobó un importante proyecto para la extracción de oro en la región de Cajamarca, a pesar de los recelos que crea en la población de la zona, quienes aseguran que su ejecución de las obras, puede afectar gravemente sus fuentes de agua y el medio ambiente regional.
El proyecto aurífero denominado “Conga” será realizado por la compañía estadounidense Newmont, empresa que se debe someter a los patrones de cuidado del medio ambiente, que rigen tras un estudio realizado por una comitiva internacional, la que elaboró un dossier que “contiene las recomendaciones que explican las condiciones en que el proyecto debe desarrollarse”.
Ante esto el gobierno de Ollanta Humala dio el “vamos” al proyecto, asegurando que la empresa que ejecutará las obras, debe cumplir con las normativas impuestas por el ejecutivo en complicidad con los peritales internacionales realizados en el área, para mantener un equilibrio con el medio ambiente y la preservación de los recursos hídricos de la zona.
“El equilibrio ambiental esté asegurado, garantizar que la población cuente con más agua y de mejor calidad y que este recurso pueda generar mejores condiciones locales y regionales”, aseguró Humala en un discurso entregado por red nacional de TV.
La exigencias del gobierno se dan en base a lo estipulado inicialmente por el proyecto Conga, la que contemplaba que cuatro lagunas ubicadas en las alturas de Cajamarca, tendrían que desaparecer para la explotación del oro y cobre del subsuelo, ante esto la compañía tendrá que construir lagunas artificiales que garanticen los recursos hídricos de la zona.
“Que la empresa cumpla con las exigencias ambientales y sociales que derivan del informe y los estudios para que se amplíe la capacidad de almacenamiento de los reservorios para atender mayores demandas de agua”, expresó Humala.
Otra de las exigencias entregadas por el ejecutivo, fue que la compañía se comprometa a generar más de 10.000 puestos de trabajo directos para la población local, además de un fondo social.









