Tras la sesión inaugural de la VI Cumbre de las Américas, se realizó una cena protocolar ofrecida por los organizadores. El Presidente Mujica compartió la mesa con su colega anfitrión, Juan Manuel Santos y su esposa, los presidentes de Brasil, Dilma Rousseff; de Estados Unidos, Barak Obama; y de Chile, Sebastián Piñera. La cena se realizó en la Casa de Huéspedes Ilustres del Fuerte de San Juan de Manzanillo.
Esta instancia permitió a los presidentes de Uruguay y Estados Unidos compartir una larga conversación, en la que, entre otras cosas, el Presidente Obama le dijo a Mujica que conoce su trayectoria política, que sabe que es una persona que vive de acuerdo a lo que piensa, cosa que, según afirmó, “aprecio francamente”.
Este domingo el presidente de Uruguay hizo uso de la palabra y sostuvo que “la de hoy es la lucha por la paz. En el sentido más profundo del término. La única guerra que se justifica acá es contra la pobreza, contra la ignorancia, la injusticia, contra el peligroso despilfarro que obliga a que para que una persona pueda comer necesite 6 o 7 mil litros de agua para producir su comida diaria”.
Expresó también: “Quiero señalar demás que por republicanos, no agredimos a nadie. No creemos en el mundo de la agresión. Y lo dice un hombre que cuando joven quiso transformar el mundo y se puso ´una 45´ en la cintura. Algún derecho a hablar tenemos. Se puede construir directamente en el camino de la paz, en los pequeños escalones que suben ejercer efectivamente la solidaridad creciente con nuestra gente. Nos sentimos hermanos de todos los doloridos del mundo”.
Sobre Malvinas
En referencia a la soberanía de Islas Malvinas, Mujica expresó: “No reclamamos las Malvinas por ofender la historia de Gran Bretaña o por ofender a nadie. Lo reclamamos porque tenemos un sentido de pertenencia”.
Tras reseñar en tono anecdótico la historia de vínculos entre el antiguo Montevideo base colonial española y las Malvinas, manifestó: “Hay una larga historia. Nosotros reconocemos la realidad. Apenas queremos empezar a convivir en un plano de igualdad con ese pueblo que ha surgido, que es parte de nuestra América y que no queremos regalar a la Armada de ningún país. Lo decimos con humildad y respeto. Sabemos que estamos en una coyuntura en la que no podemos pedir lo que no nos van a dar, pero por lo menos tenemos que decirlo”.









