El Ministerio de Educación continúa impulsando el programa Nos-otros, que coloca a la participación como eje de la formación docente. Más de mil estudiantes y 20 mil educadores de todo el país vienen tomando parte de la evaluación nacional de diseños curriculares para los niveles inicial y primario.
Si bien los resultados se conocerán a mediados de año, ya de por sí la participación tanto de maestros como de alumnos desmitifica, según el Gobierno, el supuesto poco interés de la comunidad educativa a participar de las evaluaciones.
Los datos a los que se arribe serán fundamentales para evaluar los diseños curriculares de la formación docente que se implementan desde 2009 en todo el país, a partir de la extensión de los profesorados a cuatro años (según lo estableció la Ley de Educación Nacional N° 26.206).
La evaluación “Mejores docentes para escuelas mejores” comenzó a mediados de 2011 e inició en noviembre su etapa de sistematización de datos.
Muchas provincias decidieron –a pesar de tratarse de una evaluación muestral– convocar a la totalidad de los ISFD donde se dictan las carreras que están evaluando a participar del proceso.
Las evaluaciones de programas educativos suelen realizarse sobre datos provistos por actores únicos. En este caso, el Instituto Nacional de Formación Docente decidió trabajar a partir de un dispositivo en el que participaran los distintos actores involucrados: directivos, profesores, estudiantes.
Los datos están siendo procesados por carrera (profesorados de educación inicial y educación primaria) y por actor involucrado.
En esta primera etapa han participado más de 200 institutos de todo el país (gestión estatal y privada) y 19.475 estudiantes de ambas carreras.
El dispositivo elaborado por el Instituto Nacional de Formación Docente (INFD) evaluó, en la primera etapa, el 50 por ciento de los profesorados de todo el país. Durante este año, se completa el restante 50 por ciento.
Esta iniciativa entiende la evaluación como política de Estado, y por lo tanto, rechaza toda medición asociada a premios y castigos.
“Se busca reunir información que permita tomar decisiones para la mejora”, sostuvo Graciela Lombardi, directora ejecutiva del Instituto Nacional de Formación Docente.
El objetivo central es construir la visión de conjunto del desarrollo curricular a nivel nacional. Por ello, la evaluación es altamente participativa, y ha despertado un gran interés por parte de los estudiantes, que intervinieron a través de encuestas por un sistema online. Los docentes participaron también a través de jornadas y los directivos respondieron un cuestionario institucional.
Cada ISFD constituyó una comisión interna (integrada por docentes, estudiantes y directivos) y una comisión externa (integrada por 2 directivos, 1 supervisor o director de escuela asociada y un referente de educación superior provincial) para promover la participación y construir una lectura de la información.
La información resultante de la evaluación será trabajada en distintos niveles: institucional, provincial, nacional. La idea es que pueda ser analizada por cada instancia involucrada, para trabajar en aquello que sea necesario e identificar lo que está funcionando de acuerdo con los objetivos planteados, y finalmente sistematizada por el INFD.
Este concepto de evaluación también contempla el derecho de la sociedad a conocer el estado y características de la formación docente, es decir, de la formación de los docentes de las próximas generaciones de argentinos.
Nuevos diseños para nuevas demandas
Los diseños curriculares que están siendo evaluados son los que fueron elaborados a partir de la extensión a cuatro años de las carreras de formación docente para los niveles inicial y primario (según lo estableció la Ley de Educación Nacional N° 26.206).
A partir de este cambio fue necesario elaborar nuevos diseños curriculares que respondieran tanto a la normativa vigente como a las nuevas demandas sociales.
Los nuevos diseños son implementados desde 2008 en la provincia de Buenos Aires y desde 2009 en el resto del país.
El proceso de elaboración y de implementación fue coordinado por el INFD y las direcciones de Educación Superior provinciales.
El cambio que introducen consiste en:
– más duración de la carrera: 4 años
– prácticas desde el primer año de estudio
– más horas de práctica
– nuevos contenidos: alfabetización inicial / TIC /educación sexual integral
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