
El gobierno de Brasil se comprometió a efectuar medidas que favorezcan la inversión privada en el país, para hacerlo más competitivo, dentro de las que destacan la reducción de los costos laborales y de los intereses sobre los créditos oficiales.
“El Gobierno va a crear aún más facilidades para reducir el costo de las inversiones. Vamos a reducir tributos sobre las inversiones y sobre los costos laborales”, afirmó el ministro brasileño de Hacienda, Guido Mantega.
El anuncio fue entregado por la mandataria Dilma Rousseff, tras una reunión que mantuvo con 28 de los principales empresarios del país suramericano y que contó con la presencia de los representantes de los mayores bancos del país.
El encuentro entre el oficialismo y el área privada, tuvo como objetivo mantener los niveles de crecimiento del país a través del fomento de las inversiones y la cooperación entre el sector privado y el gobierno.
Se espera que estos beneficios contribuyan, principalmente a las compañías que demandan mucha mano de obra.
“Estamos abiertos a negociar con cualquier sector industrial que desee una reducción de los costos. Estamos preparando varias medidas para ampliar los beneficios y reducir el costo de la mano de obra sin perjudicar a los trabajadores”, expresó Mantega.
De la misma forma se informó que se reducirán las tasas de impuestos de los préstamos y créditos solicitados por el sector privado a la banca pública, de manera de que esto sea un incentivo para fomentar las inversiones.
“Brasil tienen que ser competitivo pero a nuestra manera y no copiando los instrumentos que otros están adoptando. No haremos más competitivo al país haciéndole pasar hambre a los trabajadores. Alcanzaremos la competitividad con el trabajador ganando más, ampliando el mercado consumidor, mejorando la demanda y estimulando las inversiones”, manifestó el titular de hacienda brasileño.









