Desarticulan una red criminal que obligaba a mujeres de origen latinoamericano a ejercer la prostitución en España

Además del negocio de la prostitución la red contaba con un piso habilitado como "call center" donde varias mujeres eran explotadas laboralmente en la recepción de llamadas de clientes que solicitaban servicios sexuales

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Foto: Policía Nacional de España

Agentes de la Policía Nacional han llevado a cabo una operación que ha permitido desmantelar una organización criminal dedicada, presuntamente, a la trata de mujeres con fines de explotación sexual. La red operaba en varias provincias españolas, concretamente en Barcelona, Sevilla y Las Palmas. En la intervención, se ha logrado la detención de 14 personas, una de las cuales ha ingresado en prisión provisional. Además, cuatro víctimas han sido liberadas y se ha decretado la clausura de cuatro pisos utilizados para la explotación de mujeres.

Captación a través de ofertas ficticias en internet

La investigación, que se inició en 2023, reveló que la organización captaba a mujeres de origen latinoamericano a través de anuncios fraudulentos en internet, donde se les ofrecía empleo en España. Una vez en el país, las víctimas eran obligadas a ejercer la prostitución para saldar una deuda impuesta por la red criminal, que oscilaba entre los 3.500 y los 4.000 euros. Eran sometidas a un régimen de explotación extrema, debiendo estar disponibles las 24 horas del día, los siete días de la semana.

Las víctimas eran obligadas a residir en los mismos pisos donde eran explotadas, en condiciones insalubres y de hacinamiento, conviviendo en habitaciones repletas de colchones y sufriendo cortes constantes de suministros básicos como el agua o la electricidad. Además, eran forzadas a consumir drogas y padecían constantes amenazas y vejaciones por parte de sus explotadores. Paralelamente, la organización aumentaba sus beneficios con la venta de sustancias estupefacientes como cocaína, tusi y anfetaminas a los clientes.

Explotación laboral en un “call center”

Además del negocio de la prostitución, la red contaba con un piso habilitado como “call center”, donde varias mujeres eran explotadas laboralmente en la recepción de llamadas de clientes que solicitaban servicios sexuales.

Durante la operación, los agentes han realizado cinco registros domiciliarios en los que se han intervenido joyas valoradas en 30.000 euros, 4.530 euros en efectivo, 35 gramos de cocaína, 337 gramos de anfetamina, 11 gramos de cannabis y 98 pastillas para la disfunción eréctil. Se ha constatado que el principal cabecilla de la organización habría recibido, a través de una aplicación de pago por teléfono móvil, más de 800.000 euros en los últimos cuatro años, presuntamente derivados de sus actividades ilícitas.