En un decisivo movimiento, el Gobierno de Ecuador ha ordenado el traslado del criminal más temido del país, José Adolfo Macías Villamar, conocido popularmente como “Fito”, a la cárcel de máxima seguridad de La Roca en Guayaquil. Fito, líder de la banda delictiva “Los Choneros”, es considerado el brazo operativo del cartel mexicano de Sinaloa en territorio ecuatoriano. Su nombre ha estado en los titulares nacionales desde el pasado miércoles, tras el asesinato del candidato presidencial de centro, Fernando Villavicencio, quien fue abatido a tiros en un incidente que ha conmocionado a la nación.
“Esta madrugada en seguimiento del Decreto 823, se ha ejecutado el traslado de alias Fito a la cárcel de La Roca por la seguridad de los ciudadanos y de los detenidos. El Ecuador va a recuperar la paz y la seguridad. De generarse reacciones violentas, actuaremos con toda la fuerza del Estado”, expresó el presidente del país, Guillermo Lasso.
Villavicencio, de 59 años, que marchaba segundo en las encuestas de intención de voto, había denunciado hace solo una semana haber recibido amenazas de muerte por parte del cabecilla de “Los Choneros”. El político relató cómo una de las advertencias le había sido transmitida por un aliado político en la provincia de Manabí, específicamente desde la localidad de Chone, cuna de la infame banda delictiva.
Con el propósito de asegurar el proceso y garantizar la integridad de los involucrados, alrededor de 3.600 policías y militares se unieron en una meticulosa operación para llevar a cabo el traslado del recluso. La misión, que tuvo lugar en las horas más oscuras de la madrugada, tenía como objetivo principal mover a Fito de una prisión ordinaria a un establecimiento de máxima seguridad, ambos ubicados en el extenso complejo carcelario de Guayaquil.
La trascendencia mediática de “Fito” y la creciente preocupación pública sobre la seguridad en el país, especialmente tras el asesinato de Villavicencio, ha llevado al Gobierno a actuar con firmeza, demostrando su compromiso para enfrentar y erradicar las redes del crimen organizado que operan en Ecuador.
Mientras el país llora la pérdida de Villavicencio y espera justicia, el traslado de Fito a una cárcel de máxima seguridad es un paso significativo en la lucha del Gobierno contra las redes de crimen organizado que han ensombrecido al Ecuador en los últimos años. Con ello, se busca no solo garantizar que líderes criminales como él no continúen operando desde el interior de las prisiones, sino también enviar un claro mensaje de que la impunidad no tiene cabida en la nación.