Todo está debidamente programado para que un grupo desestabilizador opere con un gran respaldo económico en Uruguay para intentar atacar con agravios a dos candidatos del Partido Nacional, Luis Lacalle Pou y Jorge Larrañaga.
Primero fue con fake news degradantes desde el exterior en contra del precandidato que encabeza las encuestas para las internas partidarias, Lacalle Pou y ahora presuntamente desde México una encuestadora falsa trata de minimizar los logros de quien está segundo en los sondeos, Jorge Larrañaga.
Pero ahora aparece un grupo presuntamente de jóvenes del Partido Nacional pero que nada tiene que ver con dicha formación política, “Resurgir Nacionalista”, con una agencia de publicidad detrás y con un gran despliegue económico para bancar producciones en video, agravia nuevamente a Lacalle Pou y utiliza métodos cuestionables para sus fines de desestabilizar.
Si uno mira y escucha alguno de sus mensajes se pregunta: ¿Para quién están pidiendo el voto?:
¿Cuáles otros candidatos del Partido Nacional no serían los mismos de siempre? ¿Quién tendría hoy el poder económico para financiar estas campañas de desestabilización como nunca antes se vieron en Uruguay?.
“Resurgir Nacionalista” con gran despliegue de trabajo de agencia publicitaria y presentación de spots guionados, es – según analistas – parte de esa campaña sucia a la que nos referíamos y tiene tan solo 27 seguidores en una red social y abrieron esa página el 21 de mayo. Más claro imposible.
Según informa Montevideo Portal, el Partido Nacional denunciará a la presunta agrupación Resurgir nacionalista tras viralización de videos. En los audiovisuales, que son dos, el grupo hace una “grosera banalización”, según el partido, de la violencia de género y “agrede” a Lacalle Pou.
Se anunció en un comunicado que “Resurgir nacionalista”, no tiene relación con el Partido Nacional.
Luego de esto, el equipo de comunicación del multimillonario Juan Sartori, también precandidato del Partido Nacional, que ha invertido enormes cifras en su campaña como nunca antes se ha visto en Uruguay, hizo referencia al mensaje de solidaridad que el directorio nacionalista le brindó a Jorge Larrañaga.
Sin embargo el precandidato Sartori no ha padecido ataques foráneos o de grupos que actúan en las sombras. Ha tenido cuestionamientos de frente, con nombre y apellido de algunos miembros del partido, sobre actitudes del empresario, como cuando minimizó el enorme drama de los desaparecidos por la dictadura militar en Uruguay y tuvo que rectificar ante el requerimiento del directorio nacionalista y las críticas por su cercanía con José Mujica, a quien Sartori consultó para saber si se presentaba o no como candidato de los blancos, siendo este un partido político opositor al gobierno de Mujica.
La historia se repite, primero la “comadreja colorada” que se metió en el PN en el ’59 como dijo Herrera y ahora el “caballo de Troya” que se mezcló entre los blancos para desestabilizarlos.
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