Brasil: voluntarios realizan labores de rescate en zonas inundadas de Porto Alegre

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Rescate de personas y mascotas - Foto: Agencia Brasil

Mientras que en algunas regiones de Porto Alegre, como parte del Centro Histórico y barrios de la Zona Sur, el agua en el Guaíba retrocedió y se inició la limpieza, en la Zona Norte de la ciudad las inundaciones persisten. Agência Brasil acompañó un punto de rescate y acogida instalado por cientos de voluntarios en el cruce de las avenidas Benjamín Constant y Cairú, en el barrio de Navegantes, en la región del llamado 4º Distrito. El barrio está ubicado en las afueras del Aeropuerto Salgado Filho, terminal que permanece cerrada indefinidamente  porque sigue inundada.

Todavía el sábado por la tarde (18), más de dos semanas después del inicio de las inundaciones, tiendas de campaña y tiendas instaladas debajo del viaducto seguían brindando atención a las personas y animales rescatados en la región.

“Sólo hoy [sábado 18], todavía hemos sacado a 37 personas [de la inundación]”, dice Edmilson Brizola, uno de los voluntarios. Residente de la región, ayudó a coordinar la logística de las embarcaciones que navegan por las calles. Calcula que, sólo a esta altura, fueron rescatadas más de 5 mil personas, además de otros 2 mil animales, entre gatos, perros, gallinas, caballos, pájaros e incluso cerdos.

Dos semanas después de las fuertes lluvias, algunos barrios de Porto Alegre siguen inundados. Foto: Rafa Neddermeyer/Agência Brasil

La Avenida Cairú sigue siendo prácticamente una vía fluvial, con más de 1.500 metros de inundación, desde la confluencia de la Avenida Benjamín Constant hasta Guaíba. La medición del nivel de Guaíba la mañana de este domingo (19) registró 4,43 metros, según la alcaldía capitalina, unos 10 centímetros menos que el día anterior. El nivel de inundación es de 2,5 metros.

La jubilada Marlene Terezinha Silveira, residente del barrio Sarandí, también en la Zona Norte, pasó por el punto de recepción en busca de ropa y mantas. Su casa sigue bajo el agua y todavía no puede calcular los daños. “Fui allí hoy, en barco, pero sólo para ver desde arriba. Vivo en Sarandí desde hace 60 años, suele inundarse, a veces cerca del portón, pero no así. Nunca imaginé esto en mi vida. Ahora voy a entrar en casa cuando pueda, sacar todo y limpiarlo. Tengo que limpiar al menos una cama, aun así puedo dormir, y una estufa para cocinar”.

El reportero recorrió varias calles del barrio Navegantes a bordo de una embarcación del Cuerpo de Bomberos. Algunos residentes decidieron quedarse, incluso con el corte de energía. Además del rescate, una de las tareas de los voluntarios y equipos de rescate es proporcionar a estas personas suministros para la supervivencia, como pilas y comida.

Bomberos, policías y voluntarios también llevan alimentos a las personas que decidieron quedarse en sus casas. Foto: Rafa Neddermeyer/Agência Brasil

Del rescate a la recepción

El punto de rescate y recepción en la Avenida Benjamín Constant parece un campo de guerra. Hay varias tiendas de campaña, divididas en áreas de atención médica, farmacia, alimentación y ropa y mantas, además de un sector de apoyo psicológico y un equipo de transporte solidario para llevar a las personas rescatadas a albergues o casas de familiares. En el lugar existe un taller improvisado y una zona de avituallamiento de embarcaciones.

La logística de rescate de animales cuenta con su propia estructura de primeros auxilios veterinarios y un refugio temporal. Una de las voluntarias es la veterinaria Sheila Kircher, quien dice haber perdido a una amiga en la tragedia y se ha dedicado al apoyo solidario.

“Perdí a una amiga en la inundación y me sentí muy impotente sin poder ayudarla cuando lo necesitaba. Entonces, también, para tener la mente ocupada, pensé que sería mejor venir y ayudar en lo que pudiera, ¿no?”, dice.

Por lo general, cuando llegan los animales el estado es de hipotermia y muchas lesiones en la piel. “Tomamos medidas, lo secamos, lo limpiamos y tratamos de estabilizarlo. Intentamos derivar los casos más graves a clínicas y cirugías”.

Decenas de animales, aún sin localizar a sus dueños, esperan ser enviados a refugios o incluso adoptados de forma solidaria. Según datos del gobierno estatal, hasta el momento son más de 12 mil animales rescatados en el estado.

Para ayudar a acoger a este contingente, más de 20 toneladas de alimentos donados a Rio Grande do Sul, para alimentar a perros y gatos víctimas de las inundaciones, llegaron en el avión de carga KC-390 Millennium de la Fuerza Aérea Brasileña (FAB), enviado por el gobierno federal. Gobierno, que también se llevó artículos de primera necesidad para las mascotas, como cajas de transporte, camas y bebederos. Las redes sociales también han alentado campañas de adopción de animales, con apoyo en todo el país.

*Contribuyó Gabriel Brum, reportero de Rádio Nacional.