
El narcotraficante Dairo Antonio Úsuga, alias Otoniel, capturado este sábado en la región del Nudo del Paramillo (noroeste), tiene una orden de extradición de Estados Unidos, dos circulares rojas y una azul de Interpol, y numerosos requerimientos judiciales en el país, informó la Policía de Colombia.
“A ‘Otoniel’ le figuran 128 órdenes de captura, siete sentencias condenatorias y ocho medidas de aseguramiento. Así mismo, existen en su contra dos circulares rojas y una azul de Interpol y solicitud de extradición emitida por una corte de los Estados Unidos”, dijo esa entidad en un comunicado.
El texto reveló además que el líder del Clan del Golfo (también conocido como Autodefensas Gaitanistas de Colombia) fue detenido específicamente “en una zona apartada del Nudo de Paramillo, entre el cerro Yoki y el Cerro Azul”, en el departamento de Antioquia.
Otoniel, con 50 años, “comenzó su trayectoria criminal 34 años atrás”, aseguró el documento, que hizo un recuento de su paso por varios grupos armados ilegales en Colombia.
El criminal, en la lista de los más buscados del país, pasó por la desaparecida guerrilla del Ejército Popular de Liberación (EPL). Dejó las armas luego de que el grupo armado se desmovilizara (1991) y posteriormente, se unió a los paramilitares de extrema derecha de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).
Allí, junto con su hermano Juan de Dios Úsuga (alias Giovanny, muerto en 2012 en un operativo policial), fue líder del Bloque Centauros, que operaba en los Llanos Orientales de Colombia (este). Nuevamente dejó las armas con las desmovilizaciones masivas de paramilitares impulsadas por el entonces presidente, Álvaro Uribe (2002-2010).
Tras esta nueva entrega, Otoniel se unió a las nacientes AUC, impulsadas por el narcotraficante Daniel Rendón Herrera (alias Don Mario, quien también hacía parte de las AUC, y fue detenido en 2009 en el municipio de Necoclí), de quien él y su hermano eran lugartenientes.
Luego de la captura de Don Mario, los hermanos Úsuga se hicieron con el control de una de las bandas narcotraficantes más grandes del país, con influencia en los departamentos de Antioquia y Chocó (noroeste), y que obtiene recursos, además, de minería ilegal y redes de tráfico de personas.
La muerte de alias Giovanny hizo que Otoniel quedara como máximo jefe de la organización criminal que, de acuerdo con la Policía de Colombia, cuenta con unos 3.500 hombres en todo el país.
Según el comunicado, las 128 órdenes de captura que Otoniel tiene en Colombia son por “narcotráfico, extorsión, homicidio, desplazamiento forzado, tráfico de armas, conformación de grupos armados, concierto para delinquir y delitos de lesa humanidad”.
Para lograr su detención, las autoridades de Colombia ofrecían una recompensa de 3.000 millones de pesos (casi 800.000 dólares), mientras que el monto de las autoridades estadounidenses ascendía a hasta cinco millones de dólares. (Sputnik).