Argentina: Fiscal investiga eventual defraudación al Estado por compra de vacunas que nunca llegaron

Juez ordenó a fiscal investigar una eventual defraudación al Estado por la venta de 22 millones de dosis de vacunas Astrazeneca por parte de su representante local, el empresario Hugo Sigman

0
132

El fiscal federal de Argentina Guillermo Marijuan trabaja en la causa cuya instrucción le delegó el juez federal Julián Ercolini, donde se investiga una eventual defraudación al Estado por la venta de 22 millones de dosis de vacunas Astrazeneca por parte de su representante local, el empresario Hugo Sigman.

Marijuan, convocó para que preste declaración testimonial a la ministra de Salud de la Nación, Carla Vizzotti, que era viceministra en la época en que se contrató a Sigman, del también imputado Ginés González García.

Según las constancias de autos, el Estado adelantó el pago del 60%, consistente en 54 millones de dólares, pero no recibió ni una sola de la dosis comprometidas.

El empresario  Hugo Sigman y la firma AstraZeneca fueron denunciados en la Justicia Federal, en el marco de una investigación por la cual se lo acusa de haber cobrado de parte del Estado 54 millones de dólares para traer vacunas de ese laboratorio, algo que hasta el momento no ocurrió.

La presentación incluye datos sobre el contrato que el Gobierno firmó con AstraZeneca y con el laboratorio de Sigman y por el cual aún no obtuvo ninguna dosis.

El caso Sigman escaló con el pasar de los meses sin que fueran entregadas vacunas y luego que un funcionario del Ministerio de Salud reconociera en una reunión con diputados que efectivamente el Estado argentino había pagado el 60 por ciento del contrato que firmó con su socia AstraZeneca por las 22 millones de dosis que nunca llegaron.

Esta semana el diputado radical José Cano reveló que fueron 60 millones de dólares y pidió sancionar a los laboratorios por incumplimiento de contrato.

La situación de Sigman es delicada porque, como él mismo confirmó en una carta pública en la que intentó defenderse, su laboratorio de Garín produjo al menos 18 millones de dosis y todas fueron enviadas a México para su envasado, contra la opinión de más de 200 especialistas y organismos de salud, quienes reclamaron que dejara al menos una fracción de esas vacunas para su envasado y su uso en el país.

Por su parte, el laboratorio mexicano socio de Sigman en el proyecto inicialmente adujo la falta de envases para justificar los atrasos y luego, ante el paso de meses sin novedades, la información dejó de ser clara.

A su vez el canciller argentino, Felipe Solá, declaró acerca de la demora en la entrega de dosis de la vacuna contra el coronavirus de Oxford-AstraZeneca y no ocultó su malestar por la situación.

“Tenemos un gran problema que se llama AstraZeneca”, fueron las palabras del ministro de Relaciones Exteriores, quien también criticó la falta de “información precisa” acerca de los retrasos en la entrega de los inoculantes.

“Hay un problema que es el principal, además de la falta de vacunas: la falta de información. Nadie tiene una información precisa de qué pasó exactamente con AstraZeneca, tenemos frases que nos han dicho, pero no una información escrita y detallada”, insistió el canciller.

Y es que, sumado al retraso en la entrega, se coloca las adversidades que el laboratorio se fue encontrando de manera imprevista: “Aducen también otras limitaciones, como que la respuesta que esperaban de la vacuna fabricada no era la esperada, o sea, los hacía repetir la operación algunas veces… Eso dice la gente de AstraZeneca”.