
El presidente Evo Morales, arribó este domingo a las 07.15 (01.04 hora de Bolivia) al aeropuerto de Rótterdam, a 40 minutos de la ciudad de La Haya, para presenciar la lectura del fallo de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) sobre la demanda marítima que Bolivia planteó a Chile.
El 1 de octubre a las 15.00 hora de La Haya (09.00 hora de Bolivia) se conocerá la decisión de la CIJ sobre la causa referida a la obligación de negociar un acceso soberano al océano Pacífico que Bolivia interpuso contra la república de Chile en 2013.
El Jefe de Estado llegó acompañado del ministro de Justicia, Héctor Arce Zaconeta, y fue recibido por personal de protocolo del Ministerio de Relaciones Exteriores de Holanda, además por el agente Eduardo Rodríguez Veltzé, el coagente Sacha Llorenti, la ministra de Comunicación, Gisela López, y el secretario general de Diremar, Emerson Calderón.
De acuerdo con la agenda prevista, en el transcurso del día el presidente Morales se reunirá con el equipo jurídico nacional para delinear algunas acciones en espera de la lectura de la sentencia de la CIJ sobre la demanda marítima, este lunes 1 de octubre.
En la lectura del fallo del tribunal de La Haya, estarán presentes también los expresidentes Carlos Mesa, Jorge Quiroga, Guido Vildoso y Eduardo Rodríguez Veltze, también agente de la causa marítima.
El mandatario boliviano ha afirmado insistentemente que acudió a ese alto tribunal de Naciones Unidas (ONU) debido a la negativa de Chile de negociar un acceso soberano al océano Pacífico, a pesar de los compromisos adquiridos a través de acuerdos, prácticas diplomáticas y una serie de declaraciones atribuibles a sus representantes del más alto nivel.
El 23 de marzo de 2011, Bolivia dio un giro a su política marítima y anunció la decisión de llevar a tribunales internacionales el diferendo con Chile, ante la falta de propuestas “concretas, útiles y factibles” por parte del Gobierno de ese país.
Bolivia oficializó en 2013 la demanda en contra de Chile ante la CIJ para obligarlo a negociar una salida soberana al océano Pacífico.
En los fundamentos de la demanda, Bolivia sostiene que hay una serie de documentos que evidencian de “manera contundente” que Chile se comprometió a encontrar una solución al enclaustramiento que se originó tras una invasión de tropas chilenas al puerto de Antofagasta en 1879 que derivó en una guerra que cercenó 400 kilómetros de costa y 192.000 kilómetros cuadrados de territorio que convergían en el océano Pacífico.
El petitorio que se presentó ante ese tribunal es el siguiente: que Chile tiene la obligación de negociar, con el fin de alcanzar un acuerdo que otorgue a Bolivia un acceso plenamente soberano al océano Pacífico; que Santiago incumplió dicha obligación; y que ese país debe cumplir dicha obligación de buena fe, pronta y formalmente, en un plazo razonable y de manera efectiva, a fin de otorgar a Bolivia un acceso plenamente soberano al Pacífico.
Por su parte, Chile afirma que no existen problemas pendientes con Bolivia y que todo está acordado en el Tratado de Paz de 1904.
Según ese acuerdo, Chile reconoce en favor de Bolivia y a perpetuidad el más amplio y libre derecho de tránsito comercial por su territorio y puertos del Pacífico.
Además, sostiene que las negociaciones que reclama Bolivia no comprometen entregar territorio alguno y que cualquier diálogo no fue más que una acción de buena fe, sin ninguna obligación.