Por Raúl Vallarino.-
El Monte de los Olivos, se encuentra ubicado al este de Jerusalén en el valle de Kidrón y es el lugar donde Jesús fue detenido luego de la Última Cena con sus apóstoles.
Es considerado uno de los lugares más sagrados de Tierra Santa. Toma su nombre de los olivos que pueblan sus laderas.
La Basílica de Getsemaní, también conocida como Basílica de las Naciones o de la Agonía, es un templo católico situado en el Monte de los Olivos de Jerusalén, junto al jardín de Getsemaní. En su interior se encuentra la porción de roca en la que, según la tradición, Jesús oró la noche de su arresto, después de celebrar la Última Cena.
La Basílica descansa sobre los cimientos de dos templos anteriores, una basílica bizantina del siglo IV, destruida por un terremoto en el año 746 y una capilla cruzada del siglo XII, abandonada en 1345. Las obras del edificio actual, diseñado por el arquitecto Antonio Barluzzi,1 se llevaron a cabo entre 1919 y 1924.

En el Monte de los Olivos se encuentran los Jardines de Getsemaní, donde Jesús se hospedó en Jerusalén y también se encuentra la iglesia de Santa María Magdalena; un templo de la iglesia ortodoxa rusa edificada en 1886 por el zar Alejandro III de Rusia, en honor a su madre, la emperatriz María Aleksándrovna de Rusia.
La Gruta de la traición
Según relata el portal christusrex.org, al final del siglo IV, la narración de Egeria muestra a los fieles de Jerusalén venerando, conforme a los relatos evangélicos, la Agonía de Jesús y su arresto, en dos lugares diferentes.
Aun cuando parecen desconocer el sitio de la Agonía, los peregrinos posteriores continúan visitándolo, “donde Judas entregó al Señor”. Asociado, primero, con una roca, y después con una gruta, ese recuerdo estaba localizado a la izquierda del camino que unía la ciudad con el monte de los Olivos.
Como una reconstrucción de aquella noche de Getsemaní, nos permite imaginarla así: es en esta gruta donde Jesús había dejado a los ocho Apóstoles, a quienes, acompañado de Pedro, Santiago y Juan, volvió a encontrar, antes de salir al encuentro de Judas.
La gruta de Getsemaní mide aproximadamente 19 m por 10 m. La enorme inundación de noviembre de 1955, impulsó los trabajos de restauración, que el P. Virgilio Corbo dirigió en 1956-1957, y que le proporcionaron la ocasión de estudiar la estructura y el subsuelo del lugar.

Getsemaní significa “molino de aceite”. Era un espacio abierto en el gran olivar del Monte de los Olivos. Tal y como se hacía en los huertos judíos, se construyó un molino para transformar la cosecha en aceite.
