
El Gobierno de Panamá descartó este miércoles la posibilidad de permitir el establecimiento de bases militares extranjeras en su territorio, luego de que el secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, sugiriera la reactivación de una base militar conjunta para proteger el Canal de Panamá.
El ministro de Seguridad panameño, Frank Ábrego, fue enfático al señalar que “Panamá esclareció a través del señor presidente (José Raúl) Mulino de que no podemos aceptar bases militares ni sitios de defensa”, durante una conferencia de prensa celebrada en el marco de la Conferencia de Seguridad de Centroamérica 2025 (Centsec).
El evento, que reunió durante tres días a delegaciones de más de 10 países, incluyó la participación de altos mandos militares y de seguridad regionales, organismos internacionales, así como del almirante Alvin Holsey, comandante del Comando Sur de EE.UU., y directores de los estamentos de seguridad de Panamá.
Poco antes, Hegseth había sugerido que los ejercicios conjuntos de defensa entre ambos países podrían ser “una oportunidad para revivir una base militar o estación aeronaval” con presencia de tropas estadounidenses, en un esfuerzo por “asegurar la vía interoceánica” ante lo que calificó como la creciente “influencia maligna” de China en la región.
Ante estas declaraciones, el ministro Ábrego reiteró que si bien Panamá está comprometido con la cooperación en seguridad con Estados Unidos, esta no contempla la instalación de estructuras militares permanentes. “Queremos y estamos claros de que necesitamos mantener una cooperación en materia de seguridad con los Estados Unidos y con sus Fuerzas Armadas, que es algo que es recurrente”, expresó.
Desde la firma de los Tratados Torrijos-Carter, que devolvieron el control del Canal de Panamá al país en 1999, el territorio panameño ha mantenido una política de neutralidad y rechazo a la presencia militar extranjera.