En una contundente operación de la Policía Nacional de Colombia, en coordinación con la Fiscalía General de la Nación y con apoyo del gobierno de los Estados Unidos, fue abatido José Miguel Demoya Hernández, alias “Chirimoya”, uno de los máximos cabecillas del cartel del narcotráfico Clan del Golfo.
Alias “Chirimoya” era considerado el quinto hombre en la estructura de mando de esta organización criminal, y uno de los objetivos de alto valor más importantes neutralizados en lo corrido del año 2025, según informó el Ministerio de Defensa Nacional.
La acción se llevó a cabo en zona rural del municipio de La Apartada, departamento de Córdoba, en la región Caribe del país, donde las autoridades lograron dar con el paradero del cabecilla tras meses de trabajo de inteligencia.
Un golpe estructural al Clan del Golfo
Con más de 21 años de trayectoria criminal, Demoya Hernández era el jefe de la estructura Arístides Mesa Páez, la facción más grande del Clan del Golfo, que representaba alrededor del 30% del total de integrantes del cartel. Su influencia se extendía por los departamentos de Córdoba, Sucre, Santander, Bolívar y Atlántico.
El abatido criminal era la mano derecha de alias “Chiquito Malo”, máximo cabecilla del Clan del Golfo, y había sido pieza clave en la expansión territorial y financiera del grupo armado ilegal. Además, mantenía confrontaciones armadas con otras organizaciones como el ELN y las Autodefensas Conquistadoras de la Sierra Nevada por el control de rentas ilícitas, como el narcotráfico y la minería ilegal, generando desplazamiento forzado y temor en varias comunidades.
Alias “Chirimoya” tenía más de cinco órdenes de captura vigentes por delitos como homicidio, extorsión y narcotráfico, así como una solicitud de extradición por parte de los Estados Unidos.
Un mensaje claro a los grupos armados
Las autoridades señalaron que con esta operación se debilita de manera estructural la dirección criminal del Clan del Golfo, afectando directamente su capacidad armada, territorial y financiera.
“A los grupos armados les reiteramos: no hay escondite seguro. No descansaremos hasta recuperar el control territorial y la seguridad a nuestro pueblo”, afirmó el ministro de Defensa en declaraciones oficiales.
El Gobierno reiteró el llamado a la desmovilización a los miembros de grupos armados y recordó a los campesinos que cultivan hoja de coca que existen opciones dignas y sostenibles para sustituir estos cultivos, con acompañamiento estatal.
“A quienes siembran coca pensando que es un medio para subsistir, recuerden que luego se transforma en cocaína, un veneno para la sociedad y un alimento para el criminal. El gobierno está dispuesto a ayudarles a cambiar”, puntualizó el Ministro.