Uruguay: Baja movilización popular en la asunción del Presidente Yamandú Orsi

En este contexto, la asunción de Orsi abre un nuevo capítulo en la historia política del país. Queda por verse si la baja convocatoria en su recorrido es solo un hecho circunstancial o un reflejo de una realidad más profunda que podría debilitar los acuerdos que lo llevaron al poder

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La caravana con el presidente Orsi y la vice Cosse -Imagen TV

Yamandú Orsi asumió como Presidente de la República en una jornada que, bien estuvo cargada tanto de simbolismo como de expectativa en los días previos, evidenció una movilización ciudadana escasa que nada tiene que ver con la multitudinaria presencia de ciudadanos que acompañaron en el trayecto hacía la Plaza Independencia a Luis Lacalle Pou en 2019 y antes a Tabaré Vazquez en 2014, una cuestión que no pasó desapercibida para los principales referentes de la izquierda, quienes de acuerdo a las versiones dadas a Iberoamérica Central de Noticias, causó molestia e incluso cuestionamientos sobre el respaldo de las bases.

Con la presencia de autoridades nacionales e internacionales, incluyendo al rey Felipe VI de España, el nuevo mandatario reafirmó su compromiso con la justicia social, el desarrollo económico y la independencia de los poderes del Estado, destacando que su gobierno trabajará para “todas y todos los uruguayos”. Sin embargo, la imagen que quedó en las calles contrastó con la expectativa de una jornada de masiva participación siendo que, paradójicamente, mientras se celebraban los 40 años de democracia y libertad, presuntos militantes del Movimiento de Participación Popular (MPP) de Mujica en conjunto con integrantes de la central sindical no dudaron en  abuchear e insultar al Presidente Luis Lacalle Pou, una conducta que también pudo verse replicada en las redes sociales, resultando llamativo al tener en cuenta que el nacionalista deja el poder con un 54% de aprobación, un respaldo ciudadano que, lejos de representar una administración impopular, demuestra que su gestión fue valorada positivamente por más de la mitad del país.

En este contexto, la asunción de Orsi abre un nuevo capítulo en la historia política del país. Queda por verse si la baja convocatoria en su recorrido es solo un hecho circunstancial o un reflejo de una realidad más profunda que podría debilitar los acuerdos que lo llevaron al poder.