Colombia: más de 50 muertos y miles de desplazados por enfrentamientos entre el ELN y disidencias de las FARC en Catatumbo

Mientras la cifra de víctimas aumenta el miedo y la incertidumbre han forzado a cientos de familias a abandonar sus hogares. Caravanas de motos, carros y camiones llenos de personas desplazadas se han movilizado hacia ciudades como Cúcuta y Ocaña en busca de refugio

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La región del Catatumbo, en el noreste de Colombia y fronteriza con Venezuela, vuelve a ser escenario de una sangrienta escalada de violencia que ha dejado más de 50 personas asesinadas y provocado el desplazamiento masivo de cientos de familias. Las autoridades temen que el número de víctimas sea aún mayor, mientras las fuerzas militares y la Fiscalía no han podido ingresar al área para confirmar la magnitud de los enfrentamientos.

Una región atrapada en el conflicto

Desde el pasado jueves 16 de enero, la situación en el Catatumbo se tornó crítica cuando el Ejército de Liberación Nacional (ELN) lanzó una ofensiva en zonas rurales de municipios como Convención, Ábrego, Teorama, El Tarra, Hacarí y Tibú. Los ataques, dirigidos contra disidencias de las FARC, han dejado un rastro de muerte e incertidumbre. Según la Defensoría del Pueblo, al menos 60 personas habrían muerto en la ola de violencia, aunque las cifras exactas siguen siendo inciertas.

“Como las Fuerzas Militares y la Fiscalía no han podido llegar al terreno, lo único que tenemos son especulaciones por algunas fotografías que nos han enviado, y si es por eso, yo creo que son más de 50 muertos”, declaró desde Cúcuta el coronel retirado George Quintero, secretario de seguridad de Norte de Santander.

Éxodo masivo hacia la seguridad

Mientras la cifra de víctimas aumenta, el miedo y la incertidumbre han forzado a cientos de familias a abandonar sus hogares. Caravanas de motos, carros y camiones llenos de personas desplazadas se han movilizado hacia ciudades como Cúcuta y Ocaña en busca de refugio. Los relatos de quienes llegan a estos municipios reflejan el horror vivido en el Catatumbo, donde las comunidades han quedado atrapadas entre las disputas de los grupos armados.

“Se reportan confinamientos en los mismos municipios. Algunas personas han sido rescatadas, otras han salido en caravanas terrestres, motorizadas o fluviales. Muchas personas, entre ellas firmantes de paz, líderes sociales y sus familiares, e inclusive niños y niñas, enfrentan un riesgo especial de ser secuestradas o asesinadas debido a los señalamientos del ELN”, afirma la Defensoría del Pueblo.

El Catatumbo, una de las regiones más afectadas por el conflicto armado en Colombia, no ha conocido la paz a pesar del acuerdo firmado en 2016 entre el Gobierno y las FARC. La zona sigue siendo un punto estratégico para el narcotráfico y otros negocios ilegales, lo que la convierte en un campo de batalla constante entre guerrillas, disidencias y otros actores armados.

La última escalada de violencia evidencia la fragilidad de la situación en esta región fronteriza, donde los civiles quedan indefensos frente a los intereses de los grupos armados. Según expertos en seguridad, la ausencia estatal y la falta de control territorial han agravado la crisis humanitaria.