El Consejo Económico y Social de la ONU alerta sobre la devastadora crisis en Haití: los niños, las principales víctimas de la violencia y el colapso sistémico

Durante su intervención Roosevelt compartió cifras alarmantes ya que uno de cada dos niños en Puerto Príncipe es víctima de violencia física más de 3,100 niños fueron víctimas de violencia sexual en el último año lo que representa un aumento del 400% en comparación con 2022 y hasta el 50% de las pandillas están compuestas por menores de edad

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Esta familia desplazada por la violencia vive en una escuela inacabada en Puerto Príncipe, Haití. ( Foto:ONU )

En una sesión especial del Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas (ECOSOC) celebrada este lunes, se puso de manifiesto la alarmante situación en Haití, donde los niños están siendo los más perjudicados por una crisis multifacética que pone en peligro sus vidas, su seguridad y su futuro.

Con más de 5,4 millones de personas enfrentando inseguridad alimentaria aguda, de las cuales la mitad son niños, y cerca de 700,000 desplazados debido a la violencia grupal, la inestabilidad económica y la falta de recursos humanitarios, los llamados a una intervención internacional urgente resuenan más fuertes que nunca.

El embajador de Canadá y presidente del ECOSOC, Bob Rae, abrió la sesión con una reflexión inquietante: “¿Por qué es más fácil para un joven conseguir un arma que una comida en Haití?”, citando las palabras de un joven haitiano de 17 años que vive en Cité Soleil, una de las zonas más afectadas por la violencia de las pandillas. Rae exhortó a los asistentes a abordar las causas profundas de esta crisis y priorizar las necesidades de los niños y jóvenes haitianos.

Un llamado a la acción: proteger a los niños es una prioridad urgente

Jean Jean Roosevelt, artista haitiano y Embajador de Buena Voluntad de UNICEF, ofreció un crudo panorama de la realidad que enfrentan los 1,5 millones de niños afectados por los disturbios civiles y la violencia de los grupos armados. Durante su intervención, Roosevelt compartió cifras alarmantes, ya que, uno de cada dos niños en Puerto Príncipe es víctima de violencia física; más de 3,100 niños fueron víctimas de violencia sexual en el último año, lo que representa un aumento del 400% en comparación con 2022 y hasta el 50% de las pandillas están compuestas por menores de edad, poniendo en riesgo sus sueños de una vida mejor como maestros, ingenieros o médicos.

“Cada niño que abandona la escuela debido a la inseguridad es una victoria para la ignorancia, un paso atrás para el progreso y una tragedia para la humanidad”, insistió Roosevelt, quien también interpretó su canción Atención a los niños como un llamado esperanzador a la movilización.

La educación y los servicios básicos, al borde del colapso

La directora ejecutiva de UNICEF, Catherine Russell, destacó la gravedad de la situación: 1,5 millones de niños han perdido el acceso a la educación, mientras que los centros de salud están cerrando debido a la violencia. Además, el reclutamiento forzado de menores en grupos armados ha aumentado un 70% en el último año, consolidando su participación en actividades criminales como una trágica normalidad.

El Coordinador de Ayuda de Emergencia de las Naciones Unidas, Tom Fletcher, reiteró el impacto devastador en la infancia: “Los niños de Haití están desplazados, desnutridos, viviendo en un constante estado de miedo, mientras sus comunidades permanecen bajo el control de grupos armados.”

Con un llamado colectivo, los participantes de la sesión especial instaron a la comunidad internacional a movilizar recursos y coordinar esfuerzos para garantizar la seguridad, estabilidad y prosperidad de Haití. “Construyamos un futuro donde cada niño pueda decir: ‘Estoy seguro, soy libre, no tengo hambre, no estoy enfermo, tengo educación’”, expresó Jean Jean Roosevelt.

Esta sesión del ECOSOC no solo expuso la urgencia de actuar, sino que también invitó a los líderes globales a reflexionar sobre su papel en el diseño de un futuro digno para la próxima generación en Haití. Proteger a los niños haitianos no es solo una prioridad nacional; es una responsabilidad de toda la humanidad.