La exconvencional constituyente de Chile, la izquierdista Alejandra Pérez, señaló en declaraciones que hizo a la agencia rusa Sputnik que, a cinco años de las manifestaciones del estallido social, contra el gobierno de Piñera, aún sigue pendiente la respuesta a las demandas ciudadanas que dieron origen a la revuelta, y afirmó que apoyaría un nuevo proceso de protestas
“Me encantaría que se produjera un nuevo estallido social, aún están pendientes todas las demandas de octubre de 2019 y el pueblo sigue esperando”, afirmó la exconvencional. (El INDH consigna en su recuento 3.777 víctimas, cuyo promedio de edad es de 26 años. 591 corresponden a niños, niñas y adolescentes, y 959 a mujeres. Del total de víctimas, 3 mil 581 personas (94,8%) sufrió algún tipo de lesión física. Siete personas fallecieron)
Pérez es una activista por el derecho a la salud y una de las 154 personas que redactaron la propuesta constituyente emanada en 2022 de la Convención Constitucional, proceso que nació fruto de las protestas del estallido social.
La exconvencional, identificada con la izquierda, indicó que tras el estallido, y luego de los rechazos a los procesos constituyentes posteriores, no se logró cambiar lo profundo del sistema: “es la elite la que sigue dominando en el país”.
“No hubo cambios porque los dueños de Chile no lo quisieron así, los grandes empresarios y los poderosos tienen cubierta la salud a la que muchos no pueden acceder, ellos no pagan el Crédito con Aval del Estado (préstamo universitario), ellos no tienen pensiones miserables como las nuestras y por eso la desigualdad se perpetúa”, sostuvo.
Y señaló: “Esto no tiene que ver con izquierda o derecha, el poder de la elite chilena está en todas las esferas, es transversal e incalculable”.
APOYO AL ESTALLIDO
La encuestadora privada Criteria reveló este mes, a un lustro de las protestas, que un 56 por ciento de los chilenos evalúa de forma negativa el movimiento ciudadano y un 30 por ciento señaló que “fue principalmente una expresión de violencia vandálica y delictual”.
Para Pérez, esta percepción tiene relación con la agenda que impusieron los medios de comunicación tradicionales del país en contra del movimiento.
“La prensa le hizo creer a la ciudadanía que si estaban sin trabajo, era culpa del estallido social, que si tenían problemas económicos, era por la revuelta de 2019, pero no explicaron que el país ya venía mal, que Chile ya estaba en problemas desde antes”, dijo.
La exconvencional aseguró que el proceso se basó principalmente en manifestaciones pacíficas y que en ese periodo hubo un efímero cambio de ánimo que afectó positivamente a la gente.
“Las personas salían más temprano de sus trabajos, estaban más tiempo en sus casas, los centros comerciales cerraban a las seis de la tarde y los chilenos se acostumbraron a hacer vida familiar, a ir al parque y me llama la atención que todas esas cosas se hayan olvidado”, añadió.
Asimismo, aseguró que muchos sectores políticos hoy critican al estallido como parte de sus campañas frente a las próximas elecciones, las municipales de este año y las presidenciales del próximo, afirmando que esto les otorgaría réditos y capital a aquellos candidatos que buscan posicionarse mejor en materia de seguridad pública.
“Actualmente, se ha generado una desafección de la ciudadanía con la política y con el debate, por eso es importante alimentar nuestras armas, que son la educación cívica y el voto, ya que el voto define el futuro del país y es importante que la ciudadanía no se quede afuera de los procesos”, indicó.
EL ESTALLIDO SOCIAL EN CHILE EN 2019
SALUD Y NUEVO PROCESO
“Existe actualmente una crisis gigantesca en salud, yo he tenido la suerte de poder atenderme en el sector privado, pero estoy en contacto con aquellos que deben hospitalizarse o atenderse en hospitales públicos y puedo decir que la salud está cada vez más en decadencia: no hay horas de atención disponibles, no hay presupuesto y hay pacientes que ni siquiera logran ser atendidos”, dijo.
Sobre las posibles soluciones para esta problemática y consultada si apoyaría un nuevo proceso constituyente, Pérez manifestó que no sabe “si el país está preparado para eso”.
“No me atrevería a decir que un nuevo proceso sería la salida para las desigualdades que hoy vive Chile”, dijo.
CONTRA BORIC
A su vez, la exconvencional lamentó que el presidente, Gabriel Boric, “no haya sido capaz de defender el proceso social que se estaba viviendo en ese periodo, y me avergüenza que no colabore con los cambios que el país necesita”.
El estallido social fue un proceso de manifestaciones ciudadanas originadas de manera espontánea en octubre de 2019, a raíz de una serie de demandas sociales profundas como el cambio del sistema económico neoliberal, el fin de las desigualdades sociales y la exigencia de una nueva Constitución.
Para canalizar las demandas, se fundó en 2021 una Convención Constitucional que redactó una propuesta de carta magna, la que finalmente fue rechazada por la ciudadanía a través de un plebiscito en 2022.