Los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) revelan un panorama alarmante sobre la situación socioeconómica de Argentina. De acuerdo con la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) correspondiente al primer semestre del año, más de la mitad de los argentinos, un 52,9%, vive en condiciones de pobreza, lo que equivale a 24,9 millones de personas en todo el país.
Estas cifras representan un fuerte aumento respecto al 41,7% de pobreza registrado al cierre de 2023, y marcan el peor dato en 21 años. La situación es aún más crítica entre los menores de 14 años: el 66,1% de los niños y adolescentes de esta franja etaria viven en hogares con ingresos inferiores a la Canasta Básica Total (CBT), lo que significa que no alcanzan a cubrir sus necesidades esenciales.
La indigencia, que mide la falta de acceso a una alimentación básica, también registró un fuerte incremento. En el primer semestre de 2024, el 18,1% de la población no pudo satisfacer sus necesidades alimentarias mínimas, lo que afecta a 8,5 millones de personas. Esto significa que casi uno de cada cinco argentinos es indigente, y entre los menores de 14 años, el 27% se encuentra en esta situación, lo que indica que uno de cada cuatro niños padece hambre en el país.
Los datos del Indec han provocado preocupación en diversos sectores. La situación de los más vulnerables, especialmente los niños, es particularmente grave. Proyectando los datos a nivel nacional, la cantidad de pobres en Argentina asciende a casi 25 millones de personas, con un aumento significativo de la indigencia que afecta a 7,3 millones de niños menores de 14 años.