Por José Alem Deaces.-
Dicen que nadie resiste un archivo, cuando cambia de opinión respeto a lo que ha manifestado con anterioridad respeto a un tema.
Yo prefiero decir que la evolución de los hechos, su devenir, da lugar a cambio de opiniones en la gran mayoría de los casos a no pretenden otra cosa que mejorar la situación a que esos han motivado.
Como tengo claro, de que, si existiera un archivo, sobre mi opinión respecto al entonces nuevo Código del Proceso Penal la que era favorable a su implantación, mis criticas actuales a su funcionamiento, no resistirían el mencionado archivo.
Por eso prefiero otra argumentación, he visto su funcionamiento y considero que requiere cambios.
Siempre vi como un cambio significativo y positivo que el Juez ya no dirigiera el proceso, pues cuando un Abogado Defensor intervenía, el Magistrado ya había coordinado, las más de las veces, con el Ministerio Público, es decir la Fiscalía, el destino del acusado.
Dar intervención al Defensor, en la etapa de ratificación, cuando ya se había instruido la investigación, era la señal más clara de que se había solicitado el procesamiento.
El ubicar al Juez como tal, es decir para decidir sobre el tema si existían opiniones diferentes Defensa y Fiscalía, y no que existiera un vínculo prácticamente intimo entre Juez y Fiscalía, parecía un cambio que daría más derechos al acusado.
Lo que nadie suponía, ni veía venir, es que no llegan en la enorme mayoría de los casos, procesos en que el Juez deba decidir, pues la gran mayoría de los casos se resuelven mediante acuerdos entre Fiscala y Defensa, principalmente la Defensa de Oficio.
Y no es que me oponga a estos acuerdos, pero ¿tantos?…
Y esos tantos, nos basta ver la televisión y no entenderé como; violadores de sus hijas, hijastras y/o nietas logran acuerdo tan beneficiosos, en los que las penas de por sí menores, no se cumplen en su totalidad en una cárcel, pues una buena parte será prisión domiciliaria o vigilada.
Creo que debería imponerse que los delitos más graves, tales por ejemplo homicidios y violaciones, necesariamente deban ser resueltos por un Juez, quien fijará la pena y limitárseles la prisión domiciliaria.
El segundo tema, a cuenta de otros, es de los testigos protegidos.
En este caso, creo que después de resuelto el caso Penadés, pues tratarlo antes, conduciría a creer que se le quiere favorecer, es el de los testigos protegidos, tema sin duda difícil y que dará lugar a discusiones, pero sobre todo a mucho “pienso” para mejorar la norma vigente.
¿Cómo puede un Abogado interrogar a un testigo, sino sabe quién es?, ¿si nunca lo ve?, ¿si cuando declara se deforma su voz? ¿Cómo saber si existe un interés manifiesto del testigo?
He de dar un ejemplo para que se entienda mi crítica. Un testigo es contundente en su declaración sobre determinado hecho, pero ese testigo se encontraba en el exterior en la fecha en que ocurrió el hecho. Si el Abogado no sabe el nombre del testigo, como puede averiguar sobre ese tema solicitando información a la autoridad pública correspondiente, sobre las fechas de egreso e ingreso al país del testigo.
Lo mismo aplica si quien se encontraba en el exterior el acusado.
Podría hablar de ejemplos varios, que dan lugar a diferentes opiniones, pero he trato de simplificar el tema para su mejor entendimiento.
Y estos no son los únicos cambios necesarios, pero en mi opinión, sí lo más necesarios, sin dejar de proteger al testigo.
Y no es única norma con incidencia en materia penal, que deba ser modificada.
Las normas sobre género y violencia doméstica, que por supuesto contienen disposiciones de fondo y no de forma, deben tener cambios de entidad.
Ser políticamente correctos, puede, valga la redundancia ser correctos, lo que no significa que sea necesariamente correcto y mucho menor conveniente.
Seguir a rajatabla la agenda 2030, puede acercarnos a una destrucción social que nadie desea.
Y esta afirmación que a muchos ha de molestar, no debe ser confundida con nuestra defensa de la igualdad de derechos o lucha contra la violencia de cualquier tipo, que son claramente otra cosa.
De este tema también hemos de ocuparnos.