A 40 años del regreso de Wilson, Federico Storani de la UCR recuerda la amistad que unía a Raúl Alfonsín con el líder del Partido Nacional

Federico Storani: "Supongo que tiene que haber habido protestas por parte del Gobierno militar, o la dictadura cívico militar en Uruguay al Gobierno argentino (de Alfonsín) por facilitar la realización de un acto como el que se llevó a cabo en Concordia, Entre Ríos, (y de la Federación de Box en Buenos Aires). Si así fue, era el precio que nosotros entendíamos que había que pagar y con gusto lo hicimos en función de la recuperación democrática del Uruguay"

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Alfonsín y Federico Storani - Foto: archivo de F. Storani

Por Raúl Vallarino. -ENTREVISTA EXCLUSIVA DESDE BUENOS AIRES-

Federico Storani, figura emblemática de la Unión Cívica Radical de Argentina (UCR), era en 1984, el Presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados de la Nación en el Gobierno de Raúl Alfonsín, que respaldó y ayudó para que Wilson Ferreira Aldunate, injustamente perseguido por el régimen militar que imperaba en su país, regresara a Uruguay tras 11 años de exilio. El próximo 16 de junio, se cumplirán 40 años del retorno a la patria del caudillo del Partido Nacional.

La llegada de Wilson a Buenos Aires, en 1984 desde Europa, desató una serie de acontecimientos en ambas márgenes del Río de la Plata. Era el regreso del líder que volvía a la patria y eso era fundamental para el restablecimiento de la democracia en Uruguay.

Wilson valoraba la amistad con el presidente Alfonsín- que meses antes, el 10 de diciembre de 1983, había asumido la presidencia de la República Argentina- sabía que contaba con él y que el mandatario haría todo lo que estuviera a su alcance para el viaje a Montevideo pero nada iba a ser fácil. Desde la otra orilla, los militares en el poder, miraban con recelo la presencia del político nacionalista y también de su hijo Juan Raúl en territorio argentino, pero nada podían hacer para evitarlo.

Según cuenta Juan Raúl Ferreira, Alfonsín estuvo junto a ellos en los años anteriores, en los momentos dramáticos que vivieron en Argentina. Un relato que publicaremos próximamente.

Hoy, Federico Storani, nos revela hechos del regreso de Wilson y Juan Raúl, en 1984, cuando ya Alfonsín era el presidente de los argentinos.

Wilson y Raúl Alfonsín

-Federico qué recuerdas, principalmente para situar a los lectores, sobre el momento político que se vivía Argentina en 1984.

-La situación política en Argentina en el 84 era lo que luego se denominó la “primavera democrática alfonsinista”, no olvidemos que Raúl Alfonsín llegó con una transición y una mirada de ruptura en el impacto que tiene sus ventajas y sus desventajas.

Las ventajas de que supuestamente no había condicionamientos y las desventajas que el camino era imprevisible, pero Alfonsín tenía clarísimo que no podía hacer como si nada hubiera pasado por lo que ordenó el procesamiento por decreto de las Juntas militares en base a lo que luego se realizó el juicio famoso, en el marco de la Ley y de la Constitución.

También por decreto creó la Comisión Nacional sobre personas desaparecidas, presidida por Alberto Sábato  y en el marco internacional obviamente nos instruyó y cuando uso el plural me incluyo, porque yo era Presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores de ese flamante gobierno democrático en la Cámara de Diputados de la nación, para que ayudáramos  a impulsar a todos los procesos como pudiéramos, de carácter democráticos en la región, muy particularmente el Uruguay país con el cual existe una relación de hermandad histórica; pero también con Paraguay con el llamado acuerdo paraguayo y también con los sectores democráticos en Bolivia.

Volviendo el tema de Uruguay, Alfonsín tenía relación con todos sus líderes democráticos, desde Wilson Ferreira Aldunate  hasta Sanguinetti y por supuesto con otras expresiones políticas también pero en particular con ellos y  especialmente con Wilson por eso es que en su momento cuando decidieron hacer un acto en nuestro territorio en la Provincia de Entre Ríos se le facilitó toda la infraestructura y allí el grupo nuestro, me refiero a la Junta Coordinadora Nacional y también en mi caso como autoridad Nacional  estuvimos ayudando para que estuviera todo en orden para la cantidad de uruguayos que cruzaron el río Uruguay y pudieron hacer un acto siendo Wilson un fuerte impulso para la recuperación  de la democracia.

— ¿Cómo coordinaron la presencia de Wilson en Argentina?, pues en Uruguay había una dictadura, ¿en algún instante hubo alguna comunicación del Gobierno militar con ustedes?

—No, que yo recuerde. Lo que si se es la relación que existía por parte de Ferreira Aldunate con el propio Alfonsín y con lo que era la cancillería argentina en ese momento el Canciller era Dante Caputo y con ellos y con Jorge Sábato, hijo de Ernesto Sábato, se estudió de qué manera se podía utilizar una sede.

Supongo que tiene que haber habido protestas por parte del Gobierno militar, o la dictadura cívico militar en Uruguay al Gobierno argentino por facilitar la realización de un acto como el que se llevó a cabo en Concordia, Entre Ríos, (y de la Federación de Box en Buenos Aires). Si así fue, era el precio que nosotros entendíamos que había que pagar y con gusto lo hicimos en función de la recuperación democrática del Uruguay.

La amistad que tenía antes del regreso del exilio Wilson con Alfonsín, se verificó mucho antes, cuando era perseguido en la Argentina y corrió peligro su vida, debiendo asilarse en la embajada de Austria y Alfonsín le prestó una colaboración constante. Su amistad venía de mucho antes de esos 11 años en los que Wilson estuvo fuera de su tierra.

—Eso es así y conozco las reuniones previas por supuesto, porque en las salidas al exterior bastante frecuentes de Alfonsín a Europa y en particular a España, Francia y otros lugares convenientes se encontraba con líderes latinoamericanos que estaban en situaciones de exilio y uno de ellos era Wilson Ferreira Aldunate.

Para él viaje de Wilson desde Buenos Aires a Montevideo puntualmente en el barco se dispuso la presencia de Hipólito Solari Yrigoyen ¿qué función cumplía en ese momento?

—Solari Yrigoyen fue una persona muy pero muy importante porque después del atentado y prisión que sufrió, finalmente pudo salir al exilio en Francia y una vez que se recupera la democracia en la Argentina fue una pieza fundamental, tuvo como primer cargo el de embajador plenipotenciario con inmunidad parlamentaria. Cumplía misiones especiales.

Finalmente qué medidas de seguridad tomaron ustedes porque pusieron un buque de la Armada Argentina que acompañó al vapor de la carrera hasta el límite de las aguas territoriales uruguayas

— Sí es así, yo recuerdo que se había instruido el máximo nivel de seguridad para Wilson en territorio argentino no solamente para que se desarrollen las actividades políticas que finalmente se concretaron, sino también para su decisión, que fue su decisión, de regresar al Uruguay.

Te comento que después que volvió le impidieron ser candidato a la presidencia porque lo detuvieron durante 5 meses y 5 días y después de realizada las elecciones que ganó Sanguinetti fue liberado. Siempre que viajaba a Buenos Aires, ya en democracia, visitaba a Alfonsín.

—Es así, habitualmente Wilson concurría a reunirse con Alfonsín el cual siempre impulso a los políticos y Gobiernos democráticos en la región, todos estábamos en actuar de la misma forma.

¿Te gustaría agregar algo más?

—No, quiero aclarar simplemente que a lo mejor se me olvida algún detalle, pero lo que no se me olvida es la emoción de aquellos momentos y la entrañable amistad protagonizando un proceso histórico de las dos naciones y en la región viviendo la recuperación de la democracia. Eso lo tengo muy grabado a flor de piel siendo lo más emocionante que me tocó vivir en mi carrera política.