Durante el primer trimestre de 2024, la Oficina Integrada de las Naciones Unidas en Haití (BINUH) ha registrado un aumento alarmante en la violencia relacionada con pandillas, marcando un periodo de inseguridad sin precedentes desde al menos principios de 2022.
Según el informe reciente de BINUH, durante este periodo se han contabilizado 2,505 personas muertas y heridas como resultado directo de la violencia de pandillas, representando un aumento del 53% en comparación con el trimestre anterior (octubre-diciembre de 2023). Este aumento en la violencia ha convertido los primeros tres meses de 2024 en un periodo especialmente violento.
La capital, Puerto Príncipe, ha sido el epicentro de esta violencia, con enfrentamientos extremadamente violentos entre bandas que han dejado un rastro de muerte y destrucción. A partir del 29 de febrero, las pandillas cambiaron su enfoque, coordinando ataques a gran escala contra instituciones públicas e infraestructuras estratégicas, lo que resultó en numerosas detenciones, saqueos e incendios.
El departamento de Artibonite también ha sido severamente afectado, con pandillas atacando a poblaciones locales y participando en secuestros de pasajeros del transporte público.
Un aspecto particularmente preocupante del informe es el impacto en los derechos de los niños, con al menos 82 niños fallecidos o heridos durante este periodo. Muchos de ellos, lamentablemente, fueron reclutados por las pandillas debido a la falta de oportunidades socioeconómicas.
María Isabel Salvador, Representante Especial del Secretario General de las Naciones Unidas y jefa de BINUH, destacó que esta violencia ha limitado gravemente el acceso a servicios esenciales como atención médica y educación, exacerbando la inseguridad alimentaria en el país.
Además, el informe resalta un aumento en las amenazas contra defensores de derechos humanos, periodistas y miembros del poder judicial, lo que ha llevado a muchos a abandonar sus hogares por temor a represalias.
La situación se ve agravada por la disfuncionalidad del sistema judicial y los ataques continuos a la infraestructura, lo que socava aún más la capacidad del país para hacer frente a esta crisis.
En vista de esta situación de inseguridad y violencia, el informe insta a la comunidad internacional a mantener a Haití en su agenda y a acelerar el despliegue de la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad, asegurando que se respeten los estándares de derechos humanos en todas las acciones emprendidas.