El periódico izquierdista The Guardian del Reino Unido, no parece ser fiable en sus análisis políticos internacionales, porque donde prima la ideología, se pierde la pluralidad y se entra en un terreno que nada tiene que ver con el periodismo y la ética.
El periodista de ese medio de prensa británico, George Monbiot, en la columna titulada “¿Qué vincula a Rishi Sunak, Javier Milei y Donald Trump? La oscura red detrás de sus políticas” (What links Rishi Sunak, Javier Milei and Donald Trump? The shadowy network behind their policies, en inglés), ve un solo lado de la crisis argentina y eso no es lo que debe hacer un buen analista.
Monbiot, comienza su artículo señalando sobre Argentina, “Aquí hay elementos del fascismo, elementos tomados prestados del Estado chino y elementos que reflejan la historia de dictadura de Argentina. Pero la mayor parte del programa de gobierno anunciado por Javier Milei, el demagógico nuevo presidente argentino, resulta inquietantemente familiar aquí en el hemisferio norte”, asevera el británico.
“Un programa intensivo de recortes masivos; demoler servicios públicos; privatizar bienes públicos; centralizar el poder político; despedir a funcionarios públicos; eliminar las restricciones a las corporaciones y oligarcas; destruir regulaciones que protegen a los trabajadores, a las personas vulnerables y al mundo vivo; apoyar a los propietarios contra los inquilinos; criminalizar la protesta pacífica; restringir el derecho de huelga. ¿Algo te suena?”, explica el periodista británico sin ir a la causas de las decisiones de Milei.
Agrega el escriba inglés. “Milei está intentando, con un vasto ‘decreto de ‘emergencia y un monstruoso ‘proyecto de ley de reforma’, lo que los conservadores hicieron en el Reino Unido durante 45 años”, sin darse cuenta que son situaciones muy diferentes en tiempo y espacio.
Claro que algunas partes del DNU de Milei pueden ser cuestionables, pero el periódico inglés no analiza el grave estado de la economía que recibió el nuevo mandatario por parte del anterior gobierno.
No entiende tampoco las causas del triunfo de Milei y la decisión soberana de los argentinos en las urnas, cansados de la corrupción, la inflación, el 42% de pobres y de los privilegios de la casta dominante y de la complicidad de los sindicatos kirchneristas que solo se interesan por sus propios beneficios, olvidándose de los trabajadores.
Sin profundizar en la realidad admite apenas que Milei llegó para “llenar el vacío que dejó el grave ‘desgobierno’ de sus predecesores, y es capaz de imponer políticas que, de otro modo, encontrarían una feroz resistencia” y agrega, “La clase media y baja están a punto de pagar un precio terrible”, expresa y luego compara: “¿Cómo sabemos? Porque se aplicaron programas muy similares a otros países, empezando por el vecino de Argentina, Chile, después del golpe de Augusto Pinochet en 1973″.
A Monbiot se le escapa la moto y derrapa cuando asegura que, “La clase media y baja están a punto de pagar un precio terrible”, sin darse cuenta que ya lo están pagando con creces: 18 millones de argentinos viviendo hoy bajo la línea de pobreza y cinco millones en la indigencia; dos de cada tres niños en Argentina no llegan a cubrir sus necesidades básicas, según informe oficial de UNICEF. La inseguridad crece mientras la delincuencia actúa sin freno.
Cuando intenta explicar el despido de funcionarios públicos, no aclara que no son despidos, sino que no se renovará el contrato, luego de finalizados, a los que ingresaron el último año a la administración pública, beneficiados por el gobierno saliente con el fin de obtener votos.
No explica la miserable situación de los jubilados durante el mandato del kirchnerismo, ni de los planes sociales que reciben los enemigos del trabajo, tampoco menciona que un fiscal federal- Guillermo Marijuan- no el actual gobierno, investigó y demostró que 160 mil empleados públicos cobran planes de ayuda social que son para personas vulnerables. Estos “beneficiarios” viajaron al exterior en cruceros y aviones y llevaban una vida ostentosa. Hoy Milei, les quitará ese provento malhabido.
No entiende el periodista británico que las arcas estatales quedaron vacías y que los ajustes deben ser severos y así lo entendió la mayoría del pueblo argentino que respaldó a Milei con su voto.
Sobre la privatización de algunas empresas deficitarias del Estado, que generan un abultado costo, sin devolver provecho a la población; no investiga las causas.
The Guardian, no expone a la clase privilegiada de los sindicatos, que durante 4 años toleraron todos los errores del gobierno anterior sin protestar ni defender a los trabajadores, que día a día perdían el poder adquisitivo.
Vaticinan mucho, sin ver las causas del desastre que no se corrige con medidas tibias.