Por Raúl Vallarino.-
Antonio Mercader, dejó una huella imperecedera como ser humano de altos valores, periodista y escritor, que ahora, a cinco años de su deceso (29 de enero de 2019), debe recordarse.
Dirigió los diarios La Mañana y El Diario de Uruguay. Abogado, periodista de extensa trayectoria y autor de varios libros de imprescindible lectura.
Fue, sin dudas, uno de los mejores ministros de Educación y Cultura de Uruguay, luego del regreso a la democracia en el gobierno de Luis Alberto Lacalle Herrera y posteriormente volvió al cargo, durante el mandato del presidente Jorge Batlle.
Fue embajador de Uruguay ante la OEA desde el año 1996 hasta el 2000.
Su impronta periodística marcó toda una época y fue el gran referente para los que nos iniciábamos en el mundo de las letras. ¡Inmenso, irrepetible!.
En lo personal, debo decir que un día del año 2000, al asumir nuevamente como ministro de Educación y Cultura, me convocó para saber si estaba dispuesto a ocupar un cargo que sería el sueño de cualquier escritor; dirigir la Biblioteca Nacional de su país.
Sin dudar y con emoción, le respondí que sí, que allí iría y lo hice con su respaldo en todas las situaciones que me tocaron vivir durante esos cinco años maravillosos en la Biblioteca, donde innovamos, creando los recordados maratones de lectura, se trajeron los primeros equipos de digitalización en acuerdo con Japón, donde el apoyo de Mercader fue fundamental.
Pero fuimos más allá, en 2002, ampliamos los horizontes y logramos convenios con el exterior y nos acercamos a regiones de España, como Asturias, donde llevamos como unión de los pueblos, un busto de Artigas, que ocupa hoy un lugar privilegiado en una plaza central del ayuntamiento de Corvera.
Acercamos la Biblioteca Nacional al interior del país, con eventos de lectura de libros de autores nacionales y ‘Manino’ Mercader, creaba y difundía cada día nuevos proyectos y lograba algo impensado; que la gente y principalmente los jóvenes, se acercaran a los libros. Fue su mérito exclusivo, yo cumplía con sus indicaciones siempre certeras.
Hoy, lo recordamos, porque los grandes nunca se van, siempre están con nosotros.