URUGUAY | Partidos políticos renuevan su compromiso con la Democracia a 40 años del “Río de Libertad”

El 27 de Noviembre de 1983 fueron miles de Orientales los que se convocaron en torno al Obelisco de los Constituyentes para exigirle al gobierno cívico militar el retorno a “Un Uruguay democrático y sin exclusiones”, lo que sucedería un año después

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Un río de Libertad - Foto ICN Diario

El Río de Libertad, como popularmente se conoce al Acto del Obelisco de los Constituyentes de 1983, representó para los uruguayos un acto tanto de rebeldía como de resistencia y esperanza en la que cerca de cuatrocientos mil ciudadanos exigieron “un Uruguay democrático y sin exclusiones” a las autoridades de la dictadura cívico militar luego que las negociaciones para que así sucediese se viesen suspendidas por el clima de represión todavía existente junto a discrepancias insalvables entre los representantes de los partidos políticos con los mandos castrenses, entre ellos, la proscripción de candidatos para las próximas elecciones, por lo que no es de extrañar que a cuarenta años de este suceso se hayan dejado de lado las diferencias ideológicas para conmemorar un hito histórico pero sobre todo, para renovar el compromiso del sistema político con la Democracia y con la construcción de una convivencia pacífica, cada vez más rara en la región y el mundo.

El evento, que convocó a centenas de ciudadanos, contó con la presencia del Presidente de la República, Luis Lacalle Pou, quien entonó las estrofas del himno nacional junto a autoridades nacionales, legisladores, candidatos, dirigentes y militantes de los partidos políticos quienes hicieron especial énfasis en una de ellas, tiranos temblad, como solía suceder en esos tiempos pero lo memorable no llegaría hasta la reproducción de la proclama leída por Alberto Candeau, el único orador de ese día, lo que conmovió tanto a quienes participaron de aquella marcha como a los jóvenes que lo escuchaban por primera vez.

“Ciudadanos: no hemos comparecido hoy aquí en nuestra condición de militantes de determinada colectividad política, autorizada o excluida, que no la negamos y que ostentamos con legítimo orgullo, cada uno según sus honradas convicciones. Hemos venido en nuestra común calidad de uruguayos y de patriotas, herederos de un legado de libertad, de paz, de justicia, de respeto y tolerancia por todas las ideas, de devoción por la legalidad y de repudio a todas las expresiones de la fuerza y la violencia”

De todas maneras la conmemoración no se vió exenta de críticas pues tanto el Senador Sebastián Da Silva como la Senadora Graciela Bianchi, ambos del Partido Nacional, parecerían haberse negado a compartir un estrado con el Frente Amplio, lo que además de no caer en gracia en buena parte de los militantes oficialistas, siendo que algunos de ellos señalaron que sus rencillas político partidarios iban en contra del espíritu de esta fecha, demostró desconocimiento de aquello que pretendían los organizadores puesto que sólo cinco jóvenes subieron al mismo para emitir una declaración en nombre de las juventudes políticas pero quedará en usted, el lector, determinar quién estuvo en lo correcto.