Elecciones en Guatemala: pasa a 2a. vuelta Bernardo Arévalo el candidato que nació en Uruguay en el exilio de sus padres

César Bernardo Arévalo de León, del partido Semilla de Guatemala, irá a la segunda vuelta electoral para elegir el próximo presidente de los guatemaltecos y va a dirimir con la candidata de la UNE (Unidad Nacional de la Esperanza), Sandra Torres, ex primera dama del país

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Bernardo Arévalo junto a la vicepresidenta electa Karin Larissa Herrera - Foto Semilla

César Bernardo Arévalo de León, del partido Semilla de Guatemala, irá a la segunda vuelta electoral para elegir el próximo presidente de los guatemaltecos y va a dirimir con la candidata de la UNE (Unidad Nacional de la Esperanza), Sandra Torres, la ex primera dama guatemalteca, esposa del fallecido expresidente Álvaro Colom. Sobre esta postulante se conoce que fue duramente criticada por involucrarse en el gobierno de su marido y señalada de interferir en las decisiones presidenciales. La segunda vuelta será el 20 de agosto de 2023.

Sobre los candidatos

Arévalo nació el 7 de octubre de 1958 en Montevideo, Uruguay, hijo del expresidente Juan José Arévalo Bermejo y su segunda esposa, Margarita de León. Arévalo nació durante el largo exilio político de su padre por Sudamérica. Aunque pasó parte de su infancia viviendo entre México y Chile, finalmente comenzó a vivir en Guatemala cuando tenía 15 años y realizó estudios en el Liceo Guatemala.​ Es un político, diplomático, sociólogo y escritor.

Arévalo es Bachelor of Arts en sociología en la Universidad Hebrea de Jerusalén. Posteriormente obtuvo un doctorado en filosofía y antropología social en la Universidad de Utrecht, Países Bajos.

Arévalo ingresó al Ministerio de Relaciones Exteriores en la década de 1980 como diplomático de carrera. De 1984 a 1988, Arévalo trabajó en la embajada de Guatemala en Israel como Primer Secretario y Cónsul, y posteriormente como Ministro Consejero. Posteriormente volvió a Guatemala donde ocupó cargos importantes dentro de dicho ministerio. Durante el gobierno de Ramiro de León Carpio fue nombrado como viceministro de Relaciones Exteriores, se mantuvo en este cargo de 1994 a 1995.​ El presidente mexicano Ernesto Zedillo condecoró a Arévalo en 1995 con la Orden del Águila Azteca.

En 1995, el ministro de Relaciones Exteriores Alejandro Maldonado Aguirre lo nombró como embajador de Guatemala en España. En ese mismo año presentó sus cartas credenciales al rey Juan Carlos I. En 1996, Arévalo dejó su cargo como embajador.

Posterior a su carrera como diplomático, fue miembro de la junta directiva y presidente del Centro de Investigaciones Regionales de Mesoamérica (CIRMA) y ocupó diversos puestos en Interpeace.

También trabajó como asesor en varios campos ante varias organizaciones como las Naciones Unidas, el Instituto de la Paz de los Estados Unidos y la Universidad de San Diego, California. Ha escrito decenas de libros y artículos sobre historia, política, sociología y diplomacia.

Arévalo es uno de los fundadores del partido político Movimiento Semilla.​ Para las elecciones generales de 2019 fue el precandidato presidencial de Semilla, pero declinó su candidatura. Fue sucedido por la ex fiscal general y jefa del Ministerio Público Thelma Aldana, quien finalmente no pudo participar por problemas legales que impidieron su inscripción como candidata presidencial.7

Arévalo se postuló como candidato a diputado por Listado Nacional, y fue electo. Asumió el cargo el 14 de enero de 2020. Como congresista, ha sido formado parte de varias comisiones parlamentarias de alto nivel, incluyendo Relaciones Exteriores, Gobernación, Derechos Humanos, Asuntos de Seguridad Nacional, y Defensa Nacional.1

En 2022 fue electo como el nuevo secretario general de Semilla, sucedió en el cargo a Samuel Pérez Álvarez.​

El 22 de enero de 2023, Arévalo fue proclamado como candidato presidencial del Movimiento Semilla, junto a Karin Herrera como candidata a la vicepresidencia para las elecciones generales de 2023.

https://twitter.com/guatevisible/status/1667630898903236609

También a segunda vuelta Sandra Torres: un pasado turbulento

Según explica VOA, este es el tercer intento de la ex primera dama guatemalteca por gobernar Guatemala. Saltó a la palestra pública en 2008 de la mano de su entonces esposo y presidente guatemalteco Álvaro Colom. Durante el mandato de Colom, fallecido en 2023, fue duramente criticada por involucrarse en el gobierno y señalada de interferir en las decisiones presidenciales. Para las elecciones del domingo, su tercer intento por llegar a la presidencia, es una de las tres favoritas.

La ex primera dama espera convencer a los guatemaltecos con el slogan “Bienvenidos a la era del orden y la transformación”. La política derechista de 67 años, empresaria y con una maestría en políticas públicas, es la candidata del partido Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), por el que llegó a la presidencia su exesposo (2008-2012) y del cual es fundadora.

Torres se divorció en 2011 de Colom e inmediatamente inició su carrera política. Se candidateó a la presidencia por primera vez en 2015, pero perdió la contienda ante el comediante Jimmy Morales. Lo volvió a intentar en 2019, en los comicios que le dieron la victoria a Alejandro Giammattei.

En su favor, exfuncionarios y cercanos aseguran que Torres es una política eficiente y que, durante su etapa como primera dama, administró programas de apoyo a familias pobres. Esas propuestas son ahora la punta de lanza de su campaña, que incluye la entrega de bolsas solidarias de víveres a grupos vulnerables y la reducción de impuestos a la canasta básica.

Torres va acompañada de Romeo Guerra, un pastor evangélico que renunció a su cargo pocos días antes de anunciar su postulación para vicepresidente. Pese a que la constitución de Guatemala prohíbe las candidaturas de ministros de cualquier religión o culto, Guerra fue refrendado tanto por el ente rector electoral como por la Corte de Constitucionalidad.

La ex primera dama fue procesada y enviada a prisión durante cuatro meses en 2019 por los delitos de asociación ilícita y financiamiento electoral no reportado, aunque pasó la mayor parte del tiempo de reclusión en un hospital.

La Fiscalía investigaba el financiamiento de su partido, pero Torres se libró de ser juzgada. Un fallo de la Corte de Constitucionalidad sostuvo que no podía ser procesada por el delito de financiamiento electoral no registrado gracias a una reforma penal aprobada previamente con el apoyo de su partido.