La presidenta de Perú, Dina Boluarte ha cuestionado el llamado realizado por la oposición a la ciudadanía donde se anuncia la ‘tercera toma de Lima’ o la ‘nueva toma del Perú’, en referencia a una nueva protesta masiva contra su gobierno como las que han ocurrido a finales del 2022 y principios de 2023 y que acarrearon una serie de violaciones a los Derechos Humanos y muertes de manifestantes en medio de las confrontaciones con las Fuerzas de Seguridad del Estado.
“Llamo a estas personas que nuevamente están anunciando la ‘tercera toma de Lima’ o la ‘nueva toma del Perú’, ¿cuántas muertes más quieren por el amor de Dios, acaso no les duele en el alma haber perdido a más de 60 personas en estas movilizaciones violentas? Ninguna de esas muertes la ha provocado ni la ha buscado el Gobierno”, ha asegurado Boluarte.
En este sentido la Jefa de Estado ha afirmado que su Gobierno ha actuado como “bomberos”, apagando “casi 500 manifestaciones violentas” por lo que la postura llevada a cabo por políticos y activistas en contra de su gobierno solo genera inestabilidad democrática, además de “zozobra, violencia, caos y crisis”.
“¿A quién benefician esas muertes? Eran aquellos que pedían mi renuncia y, ahora mismo, no satisfechos con que yo no haya renunciado, siguen buscando y quieren utilizar a la población peruana para seguir generando zozobra, violencia, caos, crisis. ¿A dónde más vamos a llegar? Y están en Europa con esa narrativa falsa hablando contra el Perú. ¿Acaso eso no se puede calificar como traición a la patria?”, ha dicho.
Reunión con Guillermo Lasso
Las declaraciones las ha realizado la mandataria de Perú en el marco del encuentro bilateral con su homólogo de Ecuador, Guillermo Lasso, en el centro poblado La Tina, de la región Piura, donde la dignataria mencionó que se requiere un trabajo conjunto más firme y eficaz contra el crimen organizado, contra las redes delictivas transnacionales que lucran con la trata, el tráfico de migrantes, de drogas, de armas y contrabando.
A su vez, la presidenta Boluarte resaltó que Ecuador y Perú han superado desafíos enormes en base a la cooperación y el diálogo, y hoy están llamados a hacer frente a las amenazas comunes y a proteger y mejorar las condiciones de vida de sus ciudadanos.