El Laboratorio de Datos y Sociedad (Datysoc), es un proyecto incubado por DATA Uruguay que reúne un equipo interdisciplinario de profesionales interesados en promover un marco de referencia sobre la situación de los derechos humanos en la era digital en Uruguay y el 19 de abril pasado publicó en su web un artículo en el que presentaba los peligros que implica incorporar la cédula de identidad en el cuestionario del Censo 2023.
Datysoc, explica: “En la publicación explicamos que la pregunta por la cédula es innecesaria, pone en riesgo la privacidad de las personas y puede afectar la calidad de los datos obtenidos en el censo. La nota tuvo una gran repercusión en las redes sociales y en los medios de comunicación (ver anexo), lo que confirma que en Uruguay hay una ciudadanía preocupada por la protección de los datos personales y la privacidad.
De la nueva información brindada por el INE, sin dudas lo más relevante es lo que refiere a la no obligatoriedad de brindar el número de cédula de identidad cuando el censo se realiza de forma presencial.
Durante el censo digital, el número de cédula de identidad se pedirá en dos momentos. La primera vez se le pide el número de cédula a la persona que se registra para responder el censo. Este paso es obligatorio para poder avanzar. En una segunda instancia, ya dentro del cuestionario censal, se pide el número de cédula de todos los integrantes del hogar. Si la persona no quiere brindar su número de cédula de identidad para acceder al cuestionario en línea, no puede hacer el censo digital y tiene que esperar a ser censada de forma presencial. Por otra parte, el INE ahora informa que el número de cédula de los integrantes del hogar no será una pregunta obligatoria. Esto quiere decir que existirá una manera de evitar brindar el número de cédula, aunque sea intrincada:
Quienes no quieran que su cédula y la de sus familiares quede registrada, deben realizar el censo de forma presencial y negarse a responder cuando se les pregunte la cédula de los integrantes del hogar
Sin embargo, el hecho de que el INE mantenga la pregunta del número de cédula en el cuestionario censal sigue siendo problemático. Una gran mayoría de las personas no van a estar informadas de que pueden ejercer su derecho a negarse a dar ese dato, a menos que se les aclare explícitamente al momento de formular la pregunta.
En su web, Datysoc señala que la seguridad de la información y la protección de datos personales son desafíos cada vez más complejos en el entorno digital. Un día sí y otro también, en todo el mundo se dan a conocer filtraciones de bases de datos y accesos no autorizados a datos personales y sensibles. En 2020 la Dirección Nacional de Identificación Civil de Uruguay sufrió una filtración que expuso los datos personales de más de 80 mil personas, incluyendo nombres, apellidos, fecha de emisión y vigencia de la cédula, foto del rostro y firma. A fines de 2022, un ataque a los sistemas del Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay (INAU) provocó la filtración de los datos de más de 200 mil niños, niñas y adolescentes. En 2022 también se produjo una filtración de información del Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP). Estos repetidos episodios revelan deficiencias en las prácticas de seguridad de la información del gobierno uruguayo, aun cuando la filtración de los datos custodiados puede afectar negativamente e incluso poner en riesgo a muchas personas.