Clave de este crecimiento será Brasil, que incrementará su producción en 240.000 bpd gracias a la entrada en operación de nuevas unidades flotantes de almacenamiento y descarga de producción (FPSO) en los campos del presal de la plataforma atlántica: la unidad Anna Nery FPSO con una capacidad de En el campo Marlim entrarán en operación 70.000 bpd, mientras que en el campo Buzios entrará en operación la unidad FPSO Almirante Barroso con una capacidad de 150.000 bpd. Otro motor de crecimiento será el vecino de Brasil, Guyana, que está ampliando sus capacidades de producción en el bloque de la plataforma de Stabroek: vio la unidad FPSO Liza Destiny (140.000 bpd) puesta en operación en 2019 y la unidad FPSO Liza Unity (220.000 bpd) lanzada en 2022. Dado que esta última unidad operará durante todo el 2023, Guyana podrá aumentar su producción de petróleo en un 90,
Los otros 40.000 bpd de petróleo adicionales en 2023 provendrán de Argentina. En cuanto a otros países fuera de la OPEP, la mayor contribución al crecimiento de la producción de petróleo la realizará EE. UU., que aumentará su producción de petróleo en 1 millón de bpd. La mayor parte de este aumento de la producción provendrá de la Cuenca Pérmica con 600 000 bpd adicionales, así como de un repunte sustancial en la producción de condensado (de 340 000 bpd en todo el país). El vecino de EE. UU., Canadá, aumentará su producción de petróleo en 200.000 bpd mejorando la recuperación de petróleo de las areniscas bituminosas.
Finalmente, México, que figura como país de América del Norte en el Informe de la OPEP, aumentará su producción de petróleo en 100.000 bpd hasta los 2,1 millones de bpd. Sin embargo, ese nivel seguirá estando casi dos veces por debajo del máximo histórico registrado en 2004 (3,8 millones de bpd). La reducción a largo plazo está vinculada a la disminución de la producción en Ku-Maloob-Zaap, un campo triple (con tres brownfields) ubicado en el noreste de la cuenca petrolera más grande de México, Sureste: en 2022, el volumen de producción en Ku-Maloob -Zaap (551.000 bpd) estuvo 36% por debajo del nivel de 2013. Esta disminución fue parcialmente compensada por nuevos campos, incluido el greenfield de Quesqui, que produjo 133.000 bpd en 2022.
Un problema que persiste en la industria petrolera de México es la disminución de las reservas, con una caída de 10 mil millones de barriles en 2014 a 6 mil millones de barriles en 2023, de los cuales el 81% se encuentra en la cuenca Sureste y el otro 19% se encuentra en la cuenca Tampico-Misantla (14). %) y Veracruz (5%). Como resultado, la participación de México en la producción mundial de petróleo se redujo del 5 % en 2004 al 2 % en 2022. La disminución de la participación de Noruega, del 4 % al 2 %, en el mismo período fue casi igual de pronunciada. Sin embargo, el país podría recuperarse ligeramente gracias a las operaciones de producción en Johan Sverdrup, el campo más grande del Mar del Norte: el pasado mes de diciembre entró en funcionamiento la Fase 2 de ese greenfield, que permitirá a Noruega aumentar su producción de petróleo en 200.000 bpd en 2023.
Además de los países enumerados anteriormente, se espera que la producción de petróleo aumente en Kazajstán (en 100 000 bpd) y China (en 100 000 bpd) este año. Hay que decir, sin embargo, que la dinámica general de la producción de petróleo se verá afectada por la caída de la oferta en el resto de países fuera de la OPEP, que supondrá 670.000 bpd a finales de año.