El izquierdista Frente Amplio de Uruguay, con grupos afines -dentro de sus filas- a la guerrilla subversiva que azotó al país en épocas de democracia, se ha negado a apoyar la moción que la Comisión de Constitución y Legislación del Poder Legislativo le pide al Poder Ejecutivo la elaboración de un proyecto de ley que “consagre la indemnización moral, social y económica de las víctimas civiles, policiales, militares y a sus familias en la más amplia acepción del término, como consecuencia de los hechos y actos acaecidos entre el 1 de enero de 1962 y el 31 de diciembre de 1976, cometidos por integrantes de grupos armados de carácter ideológico”, en clara referencia a los ataques perpetrados por grupos terroristas como los tupamaros de José Mujica y el OPR-33, entre otros, que en esos años en democracia, robaron, secuestraron y mataron a ciudadanos uruguayos y extranjeros.
La moción se votó en comisión solo con votos de los legisladores del oficialismo y será debatida este martes en el Senado. Los legisladores del Frente Amplio se excusaron de aprobarla en la comisión por falta de tiempo para estudiarla y por dudas respecto de algunas consideraciones expuestas en la carta enviada a la Presidencia de la República.
Los grupos que nuclean a los familiares de las víctimas de actos guerrilleros, como la Asociación Toda la Verdad, convocan a acompañar la sesión parlamentaria a partir de las 9 de la mañana de este martes 13.
Los “presos políticos” de izquierda ya han obtenido sus “reparaciones”
En 2006, durante el primer gobierno del izquierdista Tabaré Vázquez, se otorgaron pensiones o jubilaciones a las víctimas del terrorismo de Estado. En 2020, pocos días antes de dejar su último mandato, Vázquez hizo que estas pensiones se trasladaran en un 100% a cónyuges o concubinos, e hijos menores o discapacitados, según explica un artículo del diario El País.
Pero lamentablemente, el expresidente Vázquez no miró hacía el otro lado, ni él ni los legisladores del Frente Amplio y tampoco la INDDHH, tuvieron en cuenta a las víctimas de la guerrilla tupamara, que asesinó a personas inocentes durante su accionar criminal durante años de gobiernos democráticos, previos a la dictadura militar ( 27 de junio de 1973 – 1 de marzo de 1985).
Lo grave es que entre esos ex “presos políticos” que cobran una pensión del Estado, están algunos ex integrantes de los guerrilleros que asesinaron a inocentes.
Solo para recordar: una pequeña parte de la larga lista de víctimas de la guerrilla en Uruguay que no tienen resarcimiento
¿Es lógico que quienes asesinaron a inocentes hoy reciban una pensión de reparación como “ex presos políticos” y las víctimas del terrorismo de los tupamaros y el OPR-33, nada?.
Como ejemplo vale citar tan sólo unos pocos casos – entre una lista extensa – Hilaria Quirino, una madre que se desempeñaba como cuidadora del Club de Bowling de Carrasco, que en el atentado terrorista de los tupamaros fue herida de gravedad y nunca logró recuperarse de aquel trágico e injusto episodio que la marcó a fuego hasta el final de sus días. Ni ella ni sus cuatro hijos, recibieron justicia desde el atentado en 1970, en democracia.

La ejecución por parte de los tupamaros de Juan Andrés Bentancur, sereno de la fábrica Niboplast, asesinado al dar aviso a la policía de que los tupamaros estaban robando en dicha empresa. – 22/06/71. Para la familia no hay resarcimiento.
El homicidio premeditado en plena democracia del peón rural Pascasio Báez ( 21 de diciembre de 1971), quien buscando en un campo un caballo perdido se encontró de casualidad con un escondite de los tupamaros que lo detuvieron durante dos meses para luego ejecutarlo con una inyección de pentotal para que no los delatara. El ex guerrillero tupamaro Jorge Zabalza, consideró este crimen, “un delito de guerra contra un ciudadano totalmente ajeno a la confrontación que se desarrollaba en el Uruguay”. Algunos de sus asesinos hoy cobran una pensión reparatoria como “ex presos políticos”.
Dr. Julio Federico Morato Manara, asesinado por los tupamaros en su domicilio cuando intentaron robarle material quirúrgico. El eminente y reconocido científico se resistió al ataque de los tupamaros y se trabó en lucha con los terroristas quienes le dispararon a quemarropa sin ningún reparo. Murió en el lugar ante su esposa mientras los asesinos se dieron a la fuga – 04/05/72
Vicente Oroza, chofer de la empresa de transporte público Cutcsa, asesinado por un tupamaro – plenamente identificado – en el Cerro de Montevideo, por negarse a atropellar con el ómnibus a un grupo de las fuerzas conjuntas que realizaba un control callejero, también en años de democracia. En el hecho los tupamaros hirieron a un soldado que subió al vehículo y Oroza intentó protegerlo y para ello les abrió la puerta trasera del autobus a los terroristas para que pudieran escapar, pero el tupamaro, que además era su vecino del barrio, asesinó a Oroza con varios balazos. (28 de junio de 1972). Hoy su asesino cobra una pensión como ex preso político.
En este caso, el hijo del asesinado chofer de Cutcsa escribió en Twitter sobre el asesino de su padre que hoy cobra una pensión reparatoria por parte del Estado otorgada por el gobierno del Frente Amplio: