A partir del próximo sábado (15), y hasta 48 horas después de las elecciones previstas para el día 30 de este mes, ninguno de los candidatos que se presenten a la segunda vuelta electoral podrá ser detenido, a menos que sea sorprendido en flagrante delito.
La otra excepción es una condena por un delito sin fianza, en cuyo caso la policía puede cumplir con la orden de arresto que determine el tribunal. También podrá ser detenido quien incumpla el salvoconducto de los candidatos.
La norma que prohíbe la detención de candidatos en los 15 días previos a las elecciones también se aplica a los inspectores electorales, trabajadores electorales y delegados de partidos. La regla también se aplica a los votantes, sin embargo, con un intervalo más corto, desde cinco días antes hasta 48 horas después de la elección.
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Dispositivo
La regla y las excepciones están contenidas en el artículo 236 del Código Electoral (Ley 4.737/1965). La lógica del dispositivo, heredado de normas electorales más antiguas, es evitar que cualquier autoridad utilice su poder de arresto para interferir en el resultado de las elecciones.
En caso de detención de algún candidato, a partir del próximo sábado, la previsión es que el detenido sea llevado ante un juez para que se verifique la legalidad del hecho. Si se encuentra alguna ilegalidad, la persona responsable del arresto puede rendir cuentas. La pena prescrita es de cuatro años de prisión.
Este año, los candidatos a Presidente de la República, Jair Bolsonaro y Luiz Inácio Lula da Silva, participarán en la segunda vuelta de las elecciones generales, además de 24 candidatos a los gobiernos de 12 estados.