
Jorge Basur.-
Tras el estudio de factibilidad anunciado por el presidente de Uruguay Luis Lacalle Pou el miércoles pasado en conferencia de prensa, la reacción de los demás socios del MERCOSUR frente a el anunció de inicio de negociaciones con China por tratado de libre comercio no se hizo esperar.
El presidente de la República uruguaya informó el miércoles 13 que se arribó a un acuerdo de factibilidad beneficioso con China, iniciado en setiembre de 2021, para trabajar en un tratado de libre comercio. Lacalle dijo que los acuerdos suponen prosperidad, oportunidades y trabajo y que desde el inicio del gobierno el foco se ha puesto en tratar de vender materia prima, productos industriales y tecnológicos nacionales.
En la conferencia de prensa, realizada en la Torre Ejecutiva sede del poder ejecutivo uruguayo, el mandatario indicó que en los próximos días se iniciará de manera formal el diálogo entre los equipos de ambas naciones para arribar a un acuerdo entre los países.
Recordó que desde el comienzo de este gobierno se trabaja en una política de relaciones exteriores de vinculación con el mundo, con una vocación netamente aperturista. “Uruguay tiene que abrirse al mundo y debe establecer todo tipo de acuerdos con distintas naciones”, aseguró.
Añadió que lo que se inició en setiembre de 2021, es un acuerdo de factibilidad en conjunto con la República Popular de China, que ha concluido de manera positiva para el país.
Aseveró que se llegó a un acuerdo que resulta beneficioso para ambos países y que para el Gobierno es prioritario tratar de comerciar los productos, la materia prima, lo industrializado y la tecnología de Uruguay.
Agregó que la idea no es avanzar solos, sino en conjunto con el Mercosur, pero que a lo que no está dispuesto nuestro país “es a quedarse quieto”.
Explicó que se comunicó con los líderes de los partidos integrantes de la coalición y con los partidos de la oposición para informar sobre los avances y que el canciller Francisco Bustillo hizo lo propio con los gobiernos del bloque a través de sus homólogos o los embajadores acreditados ante Uruguay.
Lacalle Pou afirmó que este es un tratado de libre comercio (TLC) de última generación y abarcativo, que se avanzó tomando en cuenta las conveniencias nacionales y que habrá instancias de diálogo con representantes de la industria, el comercio, la ciencia y la tecnología.
En referencia al estudio de factibilidad, informó que se recorrieron todos las temáticas, como las leyes y la economía nacional, y su complementariedad.
China valoró positivamente iniciar un Tratado de Libre Comercio (TLC) con Uruguay, según dijo el portavoz del Ministerio de Comercio, Shu Jue Thing, en una conferencia de prensa este jueves. Aseguró que el estudio de factibilidad conjunto concluyó con éxito, a partir de lo cual los países iniciaron las negociaciones.
Es la primera vez que ambos países alcanzan esta instancia de la negociación comercial a pesar de que vienen en conversaciones desde octubre de 2016. El Ministerio de Comercio de China añadió que el país está abierto a negociar con otros miembros del Mercosur, y profundizar sus relaciones.
El estudio de factibilidad finalizó una semana antes de que tenga lugar la cumbre de presidentes del Mercosur en Asunción, a tiempo para que el tema entre en agenda.
La cumbre del Mercosur prevista para el jueves 21 en Asunción despertaba interés por ser la primera en que los presidentes iban a estrecharse las manos tras más de dos años y medio de pandemia, pero escaló en relevancia el miércoles cuando Luis Lacalle Pou pateó el tablero y anunció que iniciaba negociaciones con China para firmar un Tratado de Libre Comercio (TLC).
La comunicación generó un sacudón en el bloque regional, aunque la mayoría de los socios optaron por llamarse a silencio y esperar hasta la reunión para escuchar de primera mano el planteo de Uruguay.
El anuncio se había transformado en un anhelo para el gobierno uruguayo, que superado el mojón pasó a concentrarse en la forma en que el país comunicará y defenderá la posibilidad de firmar por fuera del bloque.
Fuentes diplomáticas y del gobierno han señalado que se continuará transmitiendo lo que Lacalle Pou viene haciendo en cada uno de los encuentros con los otros mandatarios: que el país tiene una “vocación aperturista” que no choca con su pertenencia al bloque.
En este sentido, el Ejecutivo uruguayo reiterará su interés por “no avanzar solo” y hacerlo de forma conjunta porque el Mercosur tiene una dimensión demográfica que “pesa”. Es más conveniente negociar juntos que separados, dirán –palabras más, palabras menos– las autoridades.
En caso que el bloque no quiera –como ha ocurrido hasta ahora–, Uruguay transmitirá que no está dispuesto a quedarse quieto porque tiene la necesidad de abrirse al mundo sin que esto signifique violar alguna norma del Mercosur ni dar un portazo. “Estamos convencidos que el derecho internacional y los tratados firmados nos avalan”, dijo el presidente uruguayo en la conferencia de prensa.
El canciller Francisco Bustillo tuvo las primeras repercusiones este jueves, cuando participó junto a todos los representantes diplomáticos acreditados en Uruguay de un almuerzo en el Club Uruguay ofrecido por el nuncio apostólico Luciano Russo, representante del Vaticano en Montevideo, la capital uruguaya. Del encuentro participaron –entre otros– el embajador brasileño Marcos Leal Raposo, el paraguayo Rogelio Benítez y el argentino Carlos Sánchez –a cargo de la misión porque el embajador Alberto Iribarne está en Buenos Aires desde el comienzo de la semana.
Si bien el presidente de Brasil Jair Bolsonaro no irá porque está concentrado en la elección contra Lula y destinará el tiempo a hacer campaña, Uruguay aspira a que Brasil se muestre como un socio en este tema. El optimismo surge de los resultados de la reunión que Bustillo tuvo con su par Carlos França en Los Ángeles en junio en el marco de la Cumbre de las Américas.
El gobierno uruguayo asegura que puede negociar de forma individual.
Tras ese encuentro, ambos países coincidieron en la “necesidad de modernizar el bloque” y darle mayor dinamismo a la agenda externa, principalmente con “formatos y mecanismos flexibles” que respondan a las “especificidades de diferentes situaciones y atiendan a los intereses y sensibilidades de cada uno de los cuatro socios”.
En esa declaración, Brasil señaló su disposición de dar prioridad al tratamiento de las flexibilidades negociadoras en el Mercosur y reiteró la importancia que atribuye a la intensificación y diversificación de la agenda de relacionamiento externo del bloque.
Desde Argentina se hicieron oir voces que el anuncio no modifica la postura negativa a negociar de forma individual que el país tiene. En el gobierno de Alberto Fernández esperan que los resultados del estudio de factibilidad sean presentados en la interna del Mercosur para evaluarlos.
Pese a que saben que están en contra, la diplomacia uruguaya viene observando un acercamiento entre Argentina y China a partir de la visita de Fernández a Beijing en febrero. A fines de junio, el canciller Santiago Cafiero se reunió con el embajador en Buenos Aires, Zou Xiaoli, y acordaron impulsar una Asociación Estratégica Integral en el marco de la nueva Ruta de la Seda. A su vez, Xiaoli destacó la participación de Fernández en la cumbre de líderes del BRICS y reiteró el apoyo a que Argentina avance en un “mayor involucramiento con este mecanismo”.
En tanto, desde Paraguay, el viceministro de Relaciones Exteriores, Raúl Cano Ricciardi, rechazó la decisión de Uruguay. “Nosotros reivindicamos lo que establecen los textos fundacionales del Mercosur como el tratado de Asunción y el protocolo de Ouro Preto, donde se establece que las determinaciones se deben tomar por consenso y que las negociaciones se deben hacer con la presencia de los estados partes”, aseguró en declaraciones al diario Última Hora.
“Paraguay está evaluando este anuncio y, al menos a nuestro nivel, nos mantenemos en nuestra postura, ya que los textos fundacionales están en nuestro ordenamiento jurídico. Lo que hizo Uruguay fue una determinación y no una comunicación en consenso”, expresó.
Las reacciones de los socios del Mercosur vienen siendo observadas con lupa por China, que este jueves volvió a reiterar su interés por negociar con todo el bloque. Mediante una declaración de la portavoz del Ministerio de Comercio, Shu Jueting, el gigante asiático confirmó el inicio de las negociaciones con Uruguay y extendió la invitación al resto de los países.
“China está dispuesta a profundizar aún más la cooperación de beneficio mutuo con los países del Mercosur mediante la negociación y firma de acuerdos de libre comercio y otros medios”, expresó.
Al gigante asiático le interesa particularmente la armonía regional del bloque y entiende que Lacalle Pou tiene el desafío de conducir al Mercosur en los próximos seis meses –cuando Uruguay tenga la Presidencia Pro Témpore– hacia posiciones más aperturistas y espera que el gobierno avance lo máximo posible en la flexibilización. De acuerdo con fuentes diplomáticas, China tiene el foco puesto en lo que haga Uruguay para reimpulsar la relación entre ellos y el Mercosur. En este sentido, en los próximos días Uruguay recibirá la visita del director general para América Latina y el Caribe del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Cai Wei, en una gira por el continente –la primera en dos años–. Wei llegará al país el 23 de julio junto a tres funcionarios y se quedará hasta el 26 de julio.
Todas estas manifestaciones dejan en claro que el camino hacia el TLC no le va a ser fácil a Uruguay y mostrara todo el poderío y manejo que pueda tener la diplomacia uruguaya ya que debe sortear el desacuerdo con los demás socios del bloque regional sin romperlo.