Un uruguayo entre los finalistas del Premio de Energía Global 2022 (Global Energy Prize)

Este año, por primera vez, un ingeniero latinoamericano, Ruben Chaer de Uruguay, logra quedar en la selecta nómina de los cinco finalistas para el premio de Energía Convencional, el galardón anual del Global Energy Prize

0
1415
Ingeniero Ruben Chaer (Uruguay) - Foto: ICN Diario

El Premio de Energía Global (Global Energy Prize), es el galardón más importante del mundo, que reconoce anualmente el trabajo y los aportes de científicos y de técnicos en tres áreas: Energía Convencional, Energía No Convencional y Nuevas formas de aplicación de la energía.

Este año, por primera vez, un ingeniero latinoamericano logra quedar en la selecta nómina de los cinco finalistas para el premio de Energía Convencional: Ruben Chaer (Uruguay),  Gerente de Administración del Mercado Eléctrico de este país, con una reconocida trayectoria  como Profesor de la Facultad de Ingeniería – Universidad de la República UdelaR: para el desarrollo del modelo SimSEE (Simulación de Sistemas Eléctricos de Potencia), planificación energética en los países de América Latina y aporte en la energía uruguaya de transición, entre otros logros.

Para conocer su opinión sobre su inclusión en la lista corta de nominados al premio e interiorizarnos de su trabajo, conversamos en Montevideo con el ingeniero Ruben Chaer.

¿Qué ha sido para usted recibir la comunicación de que ha quedado entre los finalistas del premio?

– Es para mi es un verdadero orgullo ver que el esfuerzo que venimos llevando a cabo desde el año 2001 haya sido tenida en cuenta, ya que soy el principal creador de una plataforma de simulación de la operación optima de sistemas de energía eléctrica, que ha crecido muchísimo y que también ha servido para dictar clases, formando a muchos ingenieros, que nuestro trabajo se conozca a nivel mundial, para mi es importantísimo.

¿Como es el sistema y su desarrollo?

– Para hacer el despacho de energía de un país  se necesita en todo momento igualar lo que se consume con lo que se produce y eso hay que igualarlo a 50 ciclos por segundo, a modo de ejemplo, es como si estuviéramos en una bicicleta pedaleando rapidísimo y no se puede fallar, mantener el sistema funcionando es un problema complejo y el decidir en todo momento qué recurso se debe utilizar en la producción para abastecer la demanda de consumo es un desafío; entonces se tiene que elegir si se usa agua de la represa hoy, sacando el futuro, que es un concepto importante pues en ese futuro va a ser más caro, o se deja guardada en la represa y  se quema combustible hoy ,encareciendo el presente, pero abaratando el futuro.

Lograr en todo momento el equilibrio entre el beneficio presente y el costo del futuro es un problema complejo de entender y de resolver y es el problema de optimizar los recursos necesarios, simplificando, es eso lo que se hace con dicha plataforma.

Tiene una forma muy sencilla y didáctica, sobre todo, lo más importante es que tiene un software de código abierto del que puede disponer cualquier Universidad puede obtener el código fuente brindando un apoyo fuerte para analizar y aprender sobre este tema.

¿Lo que usted nos informa, ya está en funcionamiento?

– Si, eso fue lo que permitió realizar el cambio de la matriz energética en Uruguay, sin esto hubiera sido imposible instalarlo.

Estamos hablando de palabras mayores, por lo que me está contando.

– Hay tres tipos de herramientas en el mundo, hay una en Brasil muy buena, otra de gran calidad en Estados Unidos y la otra también muy buena que es la desarrollada en Uruguay, en gran parte por mí, pero con un equipo de colaboradores importante y es lo que permite hoy operar nuestro sistema.

Ahora el sistema se opera gracias a que en todo momento hay dos robots que están mirando el futuro de los siguientes 3 meses y otro robot que está mirando permanentemente las siguientes 168 horas, mirando todos los pronósticos de generación eólica, solar y de cómo va a llover o no va a llover resolviendo y mostrando como operar el sistema en las siguientes horas.

Los robots están usando permanentemente la plataforma para poder resolver el despacho en las siguientes horas y siguientes meses.

¿Entonces ya hay gente trabajando que ha sido formada en este tema?

– Hay todos los años un curso sobre la plataforma desde el 2007 y hay más o menos 200 ingenieros en Uruguay que recibieron los cursos, también se dio un curso a nivel latinoamericano.

Es una herramienta que está en operación, no es una cosa teórica.

¿Como ve el futuro de la energía en Uruguay, de acuerdo con los parámetros antes descriptos?

– Creo que de aquí al 2035 prácticamente no habrá grandes cambios, sobre todo porque se incorpora el año que viene mucha generación proveniente de UPM2, estamos muy bien respecto a la región, por lo que Uruguay está realmente bien respaldado, con recursos suficientes, poco vulnerable al cambio como puede ser el precio del barril de petróleo y bastante independiente de eso por todo lo que se hizo y después de 2035 en adelante, seguramente empezando un poco antes con alguna cosa piloto. Lo que veo fuerte es que se van a empezar a incorporar baterías, cuestiones de demanda con repuesta, inteligencia artificial y comunicaciones por todos lados, eso va a permitir que a nivel centralizado del centro de despacho de carga se den señales para que los consumidores ayuden al sistema, por ejemplo: ahora hay poco viento entonces los calefones dejan de calentar por una hora, lo que no le va a cambiar la vida a nadie.

La comunicación y la inteligencia, empieza a ser cada vez más barata y abarcando todo, también hace que los sistemas puedan aprovechar y utilizar mucho mejore la plataforma.

¿Eso permitirá estar más libres en cuanto a depender de otros países para la generación de energía o para las necesidades que tiene Uruguay?

– Absolutamente, en 2008 el presupuesto de generación del año proyectado era del orden de los 600 millones de dólares, hubo sequía y el petróleo se fue de 40 a 150 dólares, costó 3 veces más el abastecimiento de la demanda, por lo que se tuvieron que destinar 1800 millones de dólares para atender las necesidades; eso fue un “susto” tal para el sistema y para el país que aceleró el “vamos a hacer otra cosa “y lo estamos logrando.