Romina Picolotti la kirchnerista que alentaba cortes de puentes contra Uruguay, condenada por defraudación

La ex funcionaria kirchnerista fue condenada a tres años de prisión en suspenso por defraudación en perjuicio de la administración pública mediante gastos suntuarios que efectuó desde el ejercicio de sus funciones, para su propio beneficio

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Romina Picolotti en el juicio por Zoom

La exsecretaria de Ambiente y Desarrollo Sustentable de Argentina, durante los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner, Romina Picolotti, que pagaba sus gastos familiares y personales con fondos públicos,  fue condenada este lunes a la pena de tres años de prisión de “ejecución condicional” y a restituir al Estado casi 7 millones de pesos argentinos (cerca de 72.000 dólares), por haber cometido el delito de defraudación en contra de la Administración Pública.

La ex funcionaria kirchnerista fue condenada a tres años de prisión en suspenso por defraudación en perjuicio de la administración pública mediante gastos suntuarios que efectuó desde el ejercicio de sus funciones, para su propio beneficio y de sus familiares.

La condena incluye, además, la obligación de restituir al Estado Nacional la suma defraudada que deberá entregar al actual Ministerio de Medio Ambiente.

Picolotti asistió a la audiencia desde Estados Unidos, donde reside y trabaja actualmente en el Institute for Governance & Sustainable Development – IGSD, según se informa en la página web de esa institución: https://www.igsd.org/about/romina-picolotti/

Romina Picolotti contra Uruguay

En septiembre de 2007, la entonces secretaria de Medio Ambiente de Argentina, Romina Picolotti, mientras ocupaba el cargo en el gobierno kirchnerista, agitaba la confrontación de los ambientalistas de Gualeguaychú en su postura contraria a la instalación de la pastera Botnia en Uruguay.

Picolotti, aseguraba en forma vehemente  ante asambleístas de Gualeguaychú que para el gobierno argentino “la relocalización de Botnia (la pastera de Fray Bentos cuestionada) es irrenunciable”. Picolotti sostuvo, por ejemplo, que “quedó probado (según ella) el accionar negligente” de Botnia en el transcurso de la obra en construcción, como un elemento más de “preocupación” para encarar un mecanismo de “vigilancia ambiental” en Gualeguaychú.

Todo esto no hacía más agitar los cortes de los puentes internacionales entre los dos países que desde el gobierno argentino se alentaban.

Las imputaciones por las que fue condenada

El representante del MPF había considerado -tal como lo señalara el fiscal Guillermo Marijuan en su requerimiento de elevación a juicio- que la ex titular de la cartera de Medio Ambiente, entre julio de 2006 y diciembre de 2008, utilizó el dinero asignado presupuestariamente a la dependencia a su cargo para solventar gastos personales y otros ajenos a la actividad de la Secretaría. Asimismo, también se le imputó la utilización de fondos públicos para la adquisición de pasajes aéreos para su madre, sus hijos, su esposo, la prima de éste y allegados -algunos de los cuales se desempeñaban bajo su órbita-, los cuales eran rendidos contablemente bajo el concepto de “desarraigo” o carecían de justificación por tratarse de traslados ajenos a la actividad de la Secretaría. Finalmente, se le endilgó la contratación de vuelos privados en aviones chárter, también con fines ajenos a las funciones de la dependencia.

Así, la jueza Sabrina Namer y sus colegas Néstor Costabel y Rodrigo Giménez Uriburu, condenaron a Picolotti a la pena de 3 años de prisión en suspenso, inhabilitación perpetua para el ejercicio de cargos públicos y al pago de las costas del proceso, por considerarla autora penalmente responsable del delito de defraudación por administración fraudulenta agravada por haberse cometido contra la Administración Pública. Además, la exfuncionaria deberá restituir al Ministerio de Ambiente de la Nación el monto del perjuicio ocasionado que asciende a la suma de $6.941.170, conforme las pautas de la Dirección General de Asesoramiento Económico y Financiero en las Investigaciones (DAFI) de la Procuración General de la Nación.

Por otra parte, Picolotti deberá ajustarse a las reglas de conducta consistentes en fijar residencia, someterse al cuidado del patronato y, mientras permanezca en los Estados Unidos, concurrir los primeros cinco días de cada mes al Consulado de la República Argentina en Miami, donde deberá informar cualquier modificación de su domicilio, bajo la posibilidad de ser declarada rebelde y ordenarse su inmediata captura internacional.