Fuente: Global Energy Association
El proyecto está a cargo del consorcio Highly Innovative Fuels (HIF) liderado por la empresa chilena AME. Su objetivo será producir hidrógeno verde a partir del agua mediante electrólisis, utilizando energía eólica.
El hidrógeno se combinará con el CO2 de la atmósfera y se sintetizará en metanol verde, que luego se utilizará para producir gasolina y otros productos sin emisiones de carbono.
El proyecto inicial producirá 350 toneladas anuales de metanol y 130.000 litros de gasolina, y está diseñado para ampliarse en dos etapas posteriores. Tanto la gasolina como el metanol se exportarán.
Entre los socios de HIF se incluyen la generadora italiana Enel, el gigante alemán de ingeniería Siemens y la petrolera estatal chilena Enap.
HIF es uno de varios proyectos de hidrógeno verde planeados en Chile, donde el potencial de energía solar y eólica es enorme, varias docenas de veces más que la capacidad instalada actual.
Chile tiene planes de convertirse en carbono neutral para 2050 y presentó una estrategia de hidrógeno verde el año pasado con la promesa de convertirse en el productor de menor costo del mundo y descarbonizar la industria minera del cobre. Los planes prevén que la planta se construya en menos de un año y funcione durante al menos 25 años.