El periódico “La Vanguardia” de Cataluña y un artículo mal informado sobre Uruguay

EDITORIAL

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Sede de La Vanguardia y del Grupo Godó en Barcelona. (Wikipedia)

La Vanguardia, es un diario de información general editado en Barcelona para toda España. ​Perteneciente al Grupo Godó, ​ publicó su primer número el 1 de febrero de 1881 y a partir de allí ha sido un bastión de la comunicación desde Cataluña.

Por eso, llama la atención la publicación de un artículo sobre Uruguay, muy alejado de la realidad, escrito por una presunta “lectora corresponsal” que dice llamarse Silvia Alvariza, sin más datos.

La ignota corresponsal lanza una serie de opiniones personales y da rienda suelta a lo que parece ser un libelo de tinte ideológico, más que un artículo periodístico serio y responsable sobre la real situación de Uruguay frente a la pandemia.

El medio de prensa catalán parece no haberse informado de lo que estaba publicando y cuánto tenía de veracidad lo que exponía la lectora devenida en “corresponsal” y entonces se hace cómplice voluntario de varias inexactitudes.

Alvariza, la lectora, dice que el presidente Lacalle Pou “se alineó con Donald Trump -y se parece demasiado a Jair Bolsonaro- semioculto tras un velo de doble discurso”, pero nada de eso es cierto y los hechos lo confirman. En octubre de 2020, Lacalle anunció públicamente sus contactos con el gobierno chino para buscar acuerdos de negocios y de un necesario TLC con el gigante asiático.

En ese mes Lacalle Pou dijo estar “gratamente sorprendido” con la conversación telefónica que mantuvo con Xi Jinping y que quería avanzar en la relación “hasta donde sea” y agregó: “Tenemos un nivel inferior de acuerdo que otros países de América Latina, tenemos que decirle a los socios del Mercosur ‘vamos a avanzar a sentarnos con China’” y si eso no ocurre “buscar mecanismos para profundizar la relación” a través de “acuerdos de libre comercio en aranceles u obtener cuotas en otros mercados”, expresó.

El uruguayo nunca se alineó con Trump y fue con China con quien ha tenido un gran acercamiento como lo destaca la agencia oficial de noticias Xinhua en español  en el siguiente informe: Xi: China está dispuesta a importar más productos agrícolas de Uruguay

El artículo chino destaca que “En una conversación telefónica con el presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, Xi Jinping añadió que China da la bienvenida a Uruguay a la próxima tercera Exposición Internacional de Importaciones de China.

Uruguay fue uno de los primeros países latinoamericanos en expresar apoyo y ofrecer asistencia a la lucha de China contra el brote de la COVID-19, dijo Xi.

Al destacar que China siempre ha estado profundamente unida a la lucha del pueblo uruguayo contra la epidemia, Xi Jinping dijo que el Gobierno chino, las provincias pertinentes y todos los sectores de la sociedad china han suministrado insumos contra la epidemia y compartido la experiencia de control epidémico con Uruguay.

Uruguay es un buen amigo confiable de China en América Latina, dijo Xi, quien agregó que los dos países siempre se han entendido y apoyado mutuamente. Tal es así que la gran mayoría de vacunados en Uruguay, ha sido con las dosis contra el Covid-19 del laboratorio chino Sinovac, por una negociación directa del presidente uruguayo.

Insólitamente la “corresponsal” ignora los pasos de la llegada de la pandemia al país y sin ningún reparo escribe: “Cuando los embates de la pandemia se instalaron en Europa y en los países de América Latina, Uruguay era una extraña excepción. El Gobierno no consideró cerrar fronteras ni realizar controles. Declaró que estaba “esperando que el virus llegara”. Esperaba, sin prevenir”, escribe “la periodista”.

Pero no es como dice la lectora corresponsal, se tomaron las medidas sanitarias y no se apeló a un estado policial y se pidió una actitud responsable a los ciudadanos que dio buenos resultados en esos meses.

Lo que Alvariza oculta es que Lacalle Pou asumió el gobierno el 1 de marzo de 2020 y que los primeros casos de la Pandemia de COVID-19 en Uruguay fueron confirmados el 13 de marzo de 2020 a través del Ministerio de Salud Pública.​ Se trató de personas que ingresaron al país entre el 3 y 7 de marzo de 2020.

Lo que tampoco dice la ignota corresponsal es que el gobierno saliente del izquierdista Frente Amplio, ignoró todas las alarmas sobre el coronavirus y dejó un país desabastecido para enfrentar la pandemia.

Tan es así que en enero de 2020, el entonces viceministro de Salud Pública, Jorge Quian del gobierno de Tabaré Vázquez, conociendo el avance de la pandemia dijo a los periodistas que en su cartera se está más preocupado por el dengue y por el sarampión de la región que por el coronavirus”. 

La mentira tiene patas cortas

El gobierno de Lacalle Pou nunca dijo que esperaba que el virus llegara para actuar como temerariamente dice la lectora, se actuó desde el primer momento.  Además la corresponsal en algunas partes no cita fuentes para corroborar lo que afirma. Tampoco cuenta que las marchas masivas con aglomeraciones fogoneadas desde algunos sindicatos opositores y colectivos feministas, como la multitudinaria manifestación por el 8M, donde los grupos de la oposición esperaban la represión policial para luego decir que fueron atacados. La policía no intervino a pesar de que la marcha estaba prohibida. Se apeló a la actitud responsable de los ciudadanos y los colectivos de izquierda no acataron las normativas sanitarias y marcharon por la avenida 18 de Julio, provocando a las autoridades y a la vez compartiendo contagios como se aprecia en la siguiente fotografía, pero la señora Alvariza no habla de este “derrape”:

Una sentada de las feministas en medio de la marcha por el 8-M, donde el distanciamiento social no existió – Foto: ICN Diario

Las ayudas sociales del actual gobierno y la herencia recibida

El gobierno está dando ayudas sociales a múltiples sectores y esto se hace en medio de una magra herencia económica recibida de los gobiernos anteriores, que dejaron una caja exigua a las nuevas autoridades. Entre otros gastos descomunales la recuperación en 900 millones de dólares de Ancap, la refinadora estatal de petróleo, la construcción innecesaria de un mega estadio – Antel Arena -que al principio del gobierno anterior iba a costar 40 millones de dólares y terminó costando 118 millones de dólares; la construcción multimillonaria de la Regasificadora que ya se descartó, la aniquilación de Pluna, la aerolínea de bandera y otros enormes casos que debilitaron la economía del país. De esto la corresponsal no habla.

La prevención contra el Covid- 19 en Uruguay estuvo desde el primer momento y conviene recordar un hecho único de solidaridad que conmovió al mundo.

Según revela en un artículo el portal Barron’s de Estados Unidos el crucero Greg Mortimer, de la empresa australiana Aurora Expeditions, originalmente debía recorrer la Antártida, Georgia del Sur y la Isla Elefante, pero la expedición se suspendió el 21 de marzo de 2020, después de que los países sudamericanos donde navegaba el crucero (Argentina y Chile), comenzaron a cerrar sus fronteras e imponer estrictas regulaciones de bloqueo.

“Con los puertos a lo largo de la costa atlántica de América del Sur cerrados, el Greg Mortimer se vio obligado a navegar a Montevideo, a más de 2.600 kilómetros de Georgia del Sur”.

Uruguay que era el país más alejado y nada tenía que ver, tuvo la sensibilidad de prestar asistencia humanitaria que otros países negaron: el gobierno kirchnerista de Argentina y el de Chile.

Allí la importante ayuda humanitaria del nuevo Gobierno uruguayo presidido por Luis Lacalle Pou, quedó demostrada con la rápida respuesta solidaria del país sudamericano al crucero y sus pasajeros.

Uruguay respondió a la altura de su tradicional solidaridad y no escatimó los recursos sanitarios como lo demuestran sus acciones que han merecido el reconocimiento del gobierno australiano, de los pasajeros y tripulantes, por la alta profesionalidad de sus servicios médicos y de la Armada Nacional que participaron de la operativa a bordo.

Todos los involucrados destacaron la alta profesionalidad de los servicios sanitarios de Uruguay.

Los demás dichos inexactos de la corresponsal, ni vale la pena comentarlos; quedan desvirtuados con los ejemplos que hemos presentado y el prestigio del periódico “La Vanguardia” queda en entredicho por un artículo mal informado sobre Uruguay, porque resulta extraño que un medio con la historia de este diario, se preste a este “mensaje militante”, que nada tiene que ver con el periodismo.

https://twitter.com/Levgiro1/status/1386444359390965762

 

 

 

4 Comentarios

  1. La primera gran mentira de esta “periodista militante” es cuando dice que Lacalle Pou se alineó con Trump y en realidad el presidente está en excelentes relaciones con China, tan así que a pedido del presidente uruguayo el gobierno chino donó 50.000 dosis de Sinovac para vacunar a los jugadores de fútbol de América del Sur. No se puede tergiversar la realidad tan descaradamente como lo hace esta tal Alvariza y lo de La Vanguardia prestándose a esta bajeza, sin contrastar la veracidad de los dichos, es no tener ética periodística.

  2. No acostumbro a responderle a alguien que se presenta como anónimo, pero conozco la ética periodística y ningún medio serio publica información que no esté verificada y que sea no sea real, porque de lo contrario caerían en el agravio y la descalificación de personas solo porque como en este caso a la señora Alvariza se le ocurre. Los medios de prensa serios combaten la desinformación. No es este el caso de La Vanguardia de Cataluña que se presta al juego del “periodismo militante”. En cuanto a la gente que le da la razón sabemos de donde vienen. Felizmente esta nota de ICN pone las cosas en su lugar.

  3. ENZO FERRAN La vanguardia no es culpable de esta nota , y no tiene que informarse de que si es verdad o no ,,,cual es la verdad ? de lo que publica ,,, mira yo vivo en URUGUAY y te dire hay gente que le dan la razón y hay gente que no ,,,,,,l

  4. La Vanguardia se presta a un trabajo de desestabilización de alguien que dice ser “periodista” y solo es una propagandista del gobierno anterior que dejó a Uruguay en precarias condiciones en cuanto a economía, seguridad, salud y educación. El mismo gobierno frenteamplista que le negaba medicamentos de alto costo a enfermos terminales y que Lacalle Pou restituyó. De esto no habla la nota tendenciosa de La Vanguardia.

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