En las elecciones de Uruguay el Partido Nacional del presidente Lacalle Pou obtuvo una clara victoria

El Partido Nacional fue el gran ganador de las elecciones departamentales. No solo porque conquistó 15 intendencias -3 más que en 2015-, sino porque logró la mayoría de las alcaldías (91 de 125)

0
126
elecciones departamentales y municipales (Foto: ICN Diario)

Jorge Basur.-

A una semana de realizadas las elecciones municipales en Uruguay y estando la Corte Electoral todavía finalizando el escrutinio definitivo, las primeras evaluaciones que se pueden realizar es que hay un neto triunfador y es el Partido Nacional que recuperó parte del litoral oeste y consiguió 15 de las 19 intendencias en que se divide el país.

El FA confirmó su predominio metropolitano manteniendo las Intendencias de Montevideo, Canelones y Salto, aunque perdió departamentos obtenidos en 2015 como ser Paysandú, Rio Negro y Rocha y el Partido Colorado retuvo la del departamento de  Rivera.

El Partido Nacional fue el gran ganador de las elecciones departamentales. No solo porque conquistó 15 intendencias -3 más que en 2015-, sino porque logró la mayoría de las alcaldías (91 de 125). Mientras tanto, el Frente Amplio lamentó haber perdido en Paysandú, Río Negro y Rocha, departamentos en los cuales, curiosamente, creció en votos. En Rocha, la votación estuvo muy pareja entre el ex Intendente Aníbal Pereyra y Alejo Umpiérrez. La diferencia favoreció finalmente al nacionalista, un ex edil durante dos períodos y otro como diputado por Rocha.

En la capital Montevideo, la candidata de la coalición multicolor Laura Raffo votó más que el Partido de la Concertación en 2015, algo que resulta bien visto por parte de la dirigencia nacionalista que ven a la economista con un capital político importante. Además, fue la candidata más votada, no solo en Montevideo sino en todo el país.

El secretario de la Presidencia de la República, Álvaro Delgado, recordó que el resultado de las elecciones para el Partido Nacional, que ganó 15 intendencias en el país, «no partió de una base de cero», ya que la fuerza política administraba ya doce comunas en el período anterior. También Delgado se refirió a la «gran votación» que obtuvo Laura Raffo, que «más allá de los resultados generó una empatía con la gente en muy poco tiempo» y destaco la figura del facilitador durante las elecciones, que aseguró que se respetara el protocolo sanitario por la emergencia sanitaria y también valoró de forma positiva la conducta de los votantes. «Cuando las cosas se hacen bien, con el uso responsable de la libertad, yo creo que está bueno destacarlo porque nos posiciona diferente como sociedad», sentenció.

La elección departamental del domingo cerró un ciclo electoral que comenzó el año pasado, y en el cual el Partido Nacional se posiciono como el ganador de la contienda como parte de un envión tras el triunfo del gobierno nacional en 2019.

Para varios analistas políticos es de recibo la idea que la “buena imagen” que tiene hasta el momento la gestión del presidente Luis Lacalle Pou, principalmente en el manejo de la pandemia y sus consecuencias en la sociedad, pudo haber influido en los resultados departamentales blancos.

La noche del domingo 27 empezó con festejos compartidos. Unos se emocionaban por los triunfos en Montevideo, Canelones y Salto y otros por haber recuperado terreno en varios lugares claves del interior. Era hasta un poco esquizofrénico seguir al detalle las reacciones de los dirigentes políticos en los medios masivos de comunicación y en las redes sociales: parecía que todos habían ganado. Entrada la madrugada la balanza se inclinó a favor de los blancos, pero en Montevideo todavía continuaban los bocinazos de autos embanderados de rojo, azul y blanco.

Si nos detenemos a un análisis mas fino de lo que fueron los comicios vemos que hay un perdedor mayor que el frente amplio,  el perdedor de los lemas históricos en este ciclo de más de un año de comicios nacionales y departamentales es el Partido Colorado. El Frente Amplio y los blancos lograron renovar liderazgos, ganaron en lugares importantes y ya están proyectados con posibilidades para las próximas elecciones. No pasa lo mismo con el viejo partido de la defensa, que tienen por delante una importante lucha para sobrevivir.

El Partido Nacional logró un absoluto dominio en el interior del país, casi todo el mapa uruguayo quedó pintado de celeste y blanco. Los blancos ganaron en octubre, repitieron en noviembre y terminaron de demostrar su supremacía ahora. El país del interior más profundo de los caudillos, de la gente de a caballo, el que históricamente grita y luce la divisa blanca una vez más le dio la victoria.

La excepción a este marcado predomino nacionalista se da en Rivera con el partido Colorado y en Salto y Canelones que fueron del frente amplio y caso aparte es la capital Montevideo, donde gobierna desde 1990 la izquierda.

Los frenteamplistas luego de estos comicios tienen para celebrar el surgimiento de nuevos liderazgos con proyección como para sustituir a los expresidentes Tabaré Vázquez y José Mujica y al exministro de Economía Danilo Astori, que todavía no han querido o no han podido pasar la posta. Está bastante claro que tanto el intendente electo de Canelones, Yamandú Orsi, como la de Montevideo, Carolina Cosse, corren con una amplia ventaja en la carrera electoral para 2024. Falta mucho todavía, pero, con los triunfos del domingo, ya hay al menos una fórmula presidencial del Frente Amplio en la mira.

La sociedad uruguaya está cada vez más polarizada y tiende a reducir casi todas las discusiones a blanco o negro. Eso dificulta a las colectividades minoritarias, que pierden adherentes ante tanto enfrentamiento.

Y no parece que ello vaya a cambiar a corto plazo, aunque algunos de los nuevos líderes han dado señales de acercarse al camino del medio, igual las próximas elecciones se encaminan a ser entre dos modelos de país. El Nacionalismo con una fuerte coalición de partidos y la izquierda.