Argentina está en el sexto lugar en el mundo en el ranking de países con mayor cantidad de contagios por coronavirus con 1.102.301 infectados y 29.301 muertos por Covid-19.
Con estas pavorosas cifras anuncia que a partir del próximo viernes 30 de octubre abrirá sus fronteras al turismo de la región, en una medida que parece demencial en momentos en que el flagelo crece en todo el país. Este lunes 26 de octubre se confirmaron 406 muertes y 11.712 nuevos contagios en las últimas 24 horas.
Ajeno a la realidad, el ministro de Turismo y Deportes, Matías Lammens, dijo: “Desde el Gobierno Nacional tomamos la decisión de abrir las fronteras para recibir turistas de los países limítrofes”, de Brasil, Uruguay, Paraguay, Bolivia y Chile, entre otros.
Lammens dijo que la medida de apertura se venía estudiando desde hace tiempo, “teniendo en cuenta el impacto directo de una actividad tan importante para la economía nacional como es el turismo”.
A diferencia de Uruguay que cierra sus fronteras al turismo y que tiene una normativa sanitaria seria y responsable; Argentina, que vive un descontrol epidemiológico, las abre.
https://twitter.com/MatiasLammens/status/1319994124175626240
Los turistas extranjeros de la región deberán presentar una declaración jurada, un test de PCR negativo y un seguro COVID-19 y no se les exigirá cuarentena.
La habilitación para los turistas extranjeros es solo para el área metropolitana y no para visitar todo el país, aclararon.
Lo insólito es que desde el gobierno argentino se informa que no estará permitido el turismo europeo, ya que en esos países “están en pleno crecimiento de la pandemia”, pero no se menciona que España tiene menos contagios (1.098.320) y el Reino Unido (897.740) contra 1.102.301 de infectados de Argentina y que van en aumento.
Lo más grave es que es que los extranjeros que ingresan con un test de coronavirus negativo, 48 horas después pueden dar positivo, como ya ha sucedido y lo mismo puede ocurrir al regresar a sus países de origen.
Todo esto, planeado en forma unilateral por Argentina, no contempla las normativas sanitarias para luchar contra el coronavirus de cada país vecino y podría generar, según analistas, contagios masivos en toda la región.
En el gobierno kirchnerista todo es improvisado. Como Matías Lammens perdió las elecciones para jefe de gobierno porteño, lo metieron de prepo como ministro de Turismo aunque no conozca nada del tema y haga desastres. Otro ejemplo de improvisación es Felipe Solá que es lo más alejado a lo que debe ser un diplomático y lo pusieron de canciller sin saber hablar una palabra de inglés
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