La cuenta en Suiza de Juan Carlos I sigue desvelando supuestas actuaciones ilícitas. El rey emérito retiró cinco millones de euros antes de cerrarla, en 2012. Este último movimiento se produjo después de cuatro años (el tiempo que estuvo abierto el depósito) de extracciones de grandes cantidades de dinero. Según los documentos publicados por El Confidencial, el importe de esta fortuna oculta en el banco Mirabaud de Ginebra nunca descendió de 60 millones de euros, a pesar de que periódicamente se sacaban entre 200.000 y 300.000 euros, debido a un rendimiento bursátil de hasta un 7,7% anual.
Entre enero y el 11 de junio de 2012, el rey emérito sacó 4.912.870 euros, tal y como se comprueba en el dossier de Mirabaud. Las operaciones se rubrican con la firma de Juan Carlos I, “en prueba de conformidad”. Antes, Juan Carlos I había incrementado su fortuna en 1.465.296 euros por la inversión del patrimonio oculto en diversos productos financieros. Por eso, a pesar de los casi cinco millones que extrajo, aún disponía de más de 66 millones de euros. Sus acciones y fondos de inversión le llegaron a dar beneficios de un 7,7% en 2009. En concreto, según un documento de la contabilidad interna de Lucum Foundation, el saldo al finalizar 2008 era de 67.841.144 euros, tres millones de euros más de lo que había recibido unos meses antes desde Arabia Saudí.
Y en los 12 meses siguientes, Juan Carlos I retiró un total de 3.193.819 euros, provocando que los activos descendieran hasta los 64.647.325 euros. Sin embargo, la cuenta llegó al 31 de diciembre de 2009 con un saldo de 69.752.505 euros. Las diferentes inversiones generaron beneficios al monarca en ese año de 5.105.180 euros. Una cantidad suficiente para seguir disponiendo periódicamente de grandes sumas de efectivo sin que se resintiera el importe del depósito.
Todos estos documentos están siendo investigados por la Fiscalía del Cantón de Ginebra y la Fiscalía del Tribunal Supremo español. Las acusaciones se deben a blanqueo de capital y supuestas comisiones ilegales. Los escándalos han sacudido la Casa Real. El pasado marzo, el príncipe Felipe VI le suspendió la partida presupuestaria estatal y renunció a su herencia. Algunos grupos políticos han pedido una comisión de investigación en el Congreso por las actividades del monarca y Pedro Sánchez, el presidente del Gobierno, sugirió una revisión de la Constitución para suprimir la inviolabilidad del rey.