Las críticas a Jair Bolsonaro antes de que asumiera el gobierno en Brasil fueron devastadoras y hoy incluso algunos de los negadores de la democracia como el presidente del Senado de Chile, Jaime Quintana (PPD) y el vicepresidente Alfonso de Urresti (PS), ignorando que al presidente del Brasil lo votó democraticamente el pueblo, se convierten en jueces de la decisión soberana de los brasileños y anuncian que no irán este viernes a la cena en honor a Bolsonaro, porque lo consideran “un peligro para la democracia”.
Estos políticos chilenos son tan cerrados que ni siquiera analizan la historia. Lo que no hicieron Lula y Dilma a favor de las mujeres lo está haciendo Bolsonaro.
El plenario del Senado – con el apoyo de Bolsonaro- se prepara para votar la próxima semana el proyecto que sustituye a la prisión preventiva de mujeres que amamantan por arresto domiciliario. El texto también determina esa sustitución en casos de gestantes y mujeres con hijos menores de 12 años. Si se aprueba, la propuesta se dirigirá a la Cámara de Diputados.
Por el Código de Proceso Penal, los casos actualmente previstos son: mayores de 80 años; personas debilitadas por enfermedades graves; personas imprescindibles a los cuidados especiales de alguien menor de edad o con discapacidad; las mujeres embarazadas; mujeres con hijos de hasta 12 años incompletos y hombres, cuando sean los únicos responsables de los cuidados de hijos de hasta 12 años de incompletos. El texto cambia “podrá sustituir” por “sustituirá”, lo que hace obligatoria la sustitución. Ni Lula ni Dilma propiciaron esto.
Pero hay más trámites parlamentarios que avanzan hoy en Brasil y que antes no se mencionaban: Se prevé que se someta a votación la propuesta de enmienda a la Constitución (PEC) que estandariza las referencias a personas con algún tipo de limitación física o intelectual. El texto sustituye en diez artículos constitucionales expresiones como “persona con discapacidad” o “portador de discapacidad” por “persona con discapacidad”.
La propuesta fue aprobada en primera vuelta y ahora sigue a otra etapa de discusión antes de la votación en segunda vuelta. Si se aprueba, seguirá a la Cámara de Diputados.
Las votaciones se producen la semana siguiente que los senadores aprobaron una serie de medidas consideradas prioritarias por las parlamentarias mujeres. ¿Cómo, no era que Bolsonaro y sus Senadores y Diputados no pensaban en las mujeres?.
Discriminación
En esta semana el plenario del Senado aprobó en régimen de urgencia el texto que endurece el cobro sobre empleadores que practican discriminación salarial entre hombres y mujeres (PLS 88/2015). La propuesta forma parte de la pauta prioritaria de la bancada femenina y sigue para el análisis de la Cámara de Diputados.
El texto endosa el definido en la Consolidación de las Leyes del Trabajo (CLT) al garantizar un salario igual para hombres y mujeres en la misma función y en la misma actividad.
De acuerdo con el proyecto del senador Fernando Bezerra Coelho (MDB-PE), cada caso precisará ser apurado en acción judicial y, si se constata la ilegalidad, la empresa será sancionada con el pago de multa a favor de la funcionaria perjudicada. El valor deberá corresponder al doble de la diferencia salarial verificada mes a mes.
Amamantamiento
El Senado aprobó, en régimen de urgencia, proyecto para penalizar, con multa, la violación del derecho a la lactancia. El texto asegura el derecho de las madres de amamantar en un lugar público o privado sin sufrir ningún impedimento.
Por la propuesta, aunque haya espacio reservado para la lactancia en los establecimientos, sólo corresponde a las madres decidir si quieren o no utilizar el local. La pena para quien prohibir la lactancia es de multa con un mínimo de dos salarios mínimos.
Papelón
Jaime Quintana (PPD) y el vicepresidente Alfonso de Urresti (PS) y algunos que se sumaron al boicot a Bolsonaro, demuestran su desprecio por la democracia.