El complicado sistema judicial de Argentina, muchas veces cuestionado- entre otras cosas- porque varios de sus jueces y fiscales hacen ostentación pública de sus preferencias políticas sin el mínimo recato.
Allí está el colectivo “Justicia Legítima”, integrado por magistrados y fiscales afines al kirchnerismo que dejan muchas dudas a la hora de acusar o fallar en alguna causa por sus claras definiciones políticas.
Alejo Ramos Padilla no oculta su militancia política. Cercano a “La Cámpora”, una agrupación ultrakirchnerista, dirigida por Máximo Kirchner, el cuestionado hijo de los exmandatarios Néstor y Cristina. A esto se suma que el juez, integra la asociación Justicia Legítima, afín al gobierno anterior.
No tiene problemas en ir a las marchas de Justicia Legítima y está acusado de ser quien intentó paralizar el juicio en contra del empresario kirchnerista Lázaro Báez.
El juez federal Alejo Ramos Padilla, está a cargo de la causa por extorsión en la que está imputado el fiscal Carlos Stornelli y en la que fue detenido el falso abogado Marcelo D´Alessio, expuso ante la comisión de Libertad de Expresión de la Cámara de Diputados.
¿Es casualidad que intente involucrar al fiscal Stornelli, quien es el acusador en la causa de la corrupción de los cuadernos de las coimas del kirchnerismo?. ¿Son creíbles las acusaciones de Ramos Padilla?.
Su militancia con el colectivo afín a Cristina Kirchner, debería inhibirlo de actuar en causas que involucran a su jefa política, pero ahí está como si nada.
¿En casos donde se comprueba que un magistrado aparece involucrado en temas políticos, no debería intervenir la Corte Suprema de Justicia de la Nación?.
¿Justicia Ilegítima?
La justicia argentina debe demostrar que no es corrupta y apartar de la causa a Ramos Padilla quien no es un juez independiente, es un sirviente de Cristina
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