
Las autoridades mexicanas han confirmado que ya llega a 73 el número de personas que murieron en la explosión de un oleoducto de Estado – propiedad de Petróleos Mexicanos (Pemex) en la ciudad de Tlahueplilpan en el estado de Hidalgo. Setenta y seis personas resultaron heridas, la mayoría con quemaduras. Entre los heridos, ya trasladados a diversos hospitales de Hidalgo y de otros estados, hay siete adolescentes y un chico de 12 años.
Según el gobernador de Hidalgo, Omar Fayad, el incendio y la explosión en el ducto Tuxpan-Tula fueron causados por la extracción clandestina de combustible. “Desgraciadamente, muchas personas perdieron la vida y varias están, en este preciso momento, debatiendo entre la vida y la muerte”, dijo Fayad en una rueda de prensa en la que también participaron el presidente de México, Lopez Obrador, y otras autoridades.
En el caso de los militares, los militares fueron accionados por la estatal petrolera alrededor de las 17:00 horas del viernes (18), tras la constatación de variación de la presión en el ducto para indicar alguna fuga. Al llegar al kilómetro 226, en las cercanías de la ciudad de Táueplilpan, los militares se encontraron con cientos de personas recogiendo parte del combustible que flota del ducto.
“Los militares intentaron persuadir a los ciudadanos a dejar el lugar, alertándoles sobre los riesgos. Se habla de cientos de personas. Desgraciadamente, la mayoría no escuchó a los militares. Alrededor de las 18h50, fuimos informados de que había ocurrido una explosión y que las llamas estaban consumiendo todo lo que había alrededor; que había muertos y personas quemadas “, contó el gobernador.
Al clasificar el episodio como “trágico”, Fayad dijo que de los 76 heridos, 73 son hombres y tres mujeres. Además, grupos de rescate continúan rastreando el lugar. El área fue aislada y un centro de atención a las víctimas fue montado, con la creación de grupos de trabajo: investigación; apoyo a las víctimas; preservación del lugar de ocurrencia; información; monitoreo del estado de salud de las víctimas y de atención a la prensa y demás autoridades.
Durante la entrevista, el presidente López Obrador dijo que todo el país está “consternado” por la “tragedia”. “En primer lugar, queremos ofrecer nuestros pesares a los familiares de las víctimas, informándoles que todo el gobierno está con ellos. De forma sincera, lo ocurrido nos entristece. También queremos transmitir a los parientes de los heridos que estamos dando especial atención en los hospitales, buscando salvar vidas. Ahora, eso es lo más importante: evitar más muertes “, agregó Obrador.
San Juan del Río
El presidente mexicano aún mencionó un segundo incendio ocurrido en otro ducto de Pemex, en la ciudad de San Juan del Río, en el estado de Querétaro, a unos 100 kilómetros al noroeste de Táuelilpan. De acuerdo con la estatal, en ese incendio no hubo heridos, y las llamas fueron debeladas alrededor de la medianoche de ese viernes (18).
“Afortunadamente, no hubo heridos. Así que no nos piden nada acerca de este incidente, registró unas horas después del evento en Hidalgo,” dijo Obrador.
De acuerdo con Pemex, la tubería de San Juan del Río fue “vandalismo” y por lo tanto como en Tlahuelilpan, gente intentaba hurtar combustible del lugar cuando el incendio se propagó. La empresa afirma que “seguirá reforzando las medidas de prevención necesarias para acabar con el robo de combustible, colaborando con el combate a ese flagelo que perjudica el patrimonio de todos mexicana”.
Según la estatal, el robo de combustible – práctica que, en México, de tan común, ya dio origen a una palabra de uso corriente, el llamado huachicoleo (robo de combustible) – pone en peligro la seguridad de las comunidades cercanas a los oleoductos y abastecimiento de los consumidores.
Fuente Agencia Brasil.-