El Papa en Panamá: En su homilía volvió a ignorar el drama del pueblo de Venezuela

Nuevamente Bergoglio no condenó la barbarie del régimen de Nicolás Maduro y no hizo ninguna mención a la crisis humanitaria y al hambre que padecen los venezolanos, ni pidió por los 26 muertos en manos de la represión chavista

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Panamá: el Papa procede a la dedicación del altar de la Catedral Basílica de Santa María La Antigua (Vatican Media)

El Papa Bergoglio presidió este sábado la Santa Misa ante la presencia de sacerdotes, consagrados y movimientos laicales en la Catedral Basílica de Santa María La Antigua, situada en el Casco Viejo de la ciudad de Panamá.

Esta Catedral que se encuentra en el Casco Viejo de la ciudad es la sede episcopal de la Arquidiócesis de Panamá. El inicio de los trabajos de construcción se remonta al año 1608. Y si bien se la completó en 1716, su consagración se llevó a cabo en 1796.

Se trata de un monumento colonial, con más de 220 años de historia, que después del terremoto de 1882 fue restaurado de modo radical con fondos públicos. En el año 2014, tras una petición de la Conferencia Episcopal Panameña, la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos confirió a esta Catedral el título de Basílica Menor.

Imagen de Santa María La Antigua

La imagen de Santa María La Antigua, originariamente colocada en la Catedral de Sevilla, fue llevada al país por los conquistadores españoles en el lejano año 1510. Representa a la Virgen de pie con el Niño en brazos y una rosa en la mano. Santa María La Antigua es la Patrona de la República de Panamá desde el 2001 y su fiesta se celebra cada 9 de septiembre.

Homilía del Papa: Ni una mención al drama del pueblo venezolano

Nuevamente Bergoglio no condenó la barbarie del régimen de Nicolás Maduro y no hizo ninguna mención a la crisis humanitaria y al hambre que padecen los venezolanos, ni pidió por los 26 muertos en manos de la represión chavista.

El Pontífice dijo que “es relativamente fácil para nuestra imaginación, compulsivamente productivista, contemplar y entrar en comunión con la actividad del Señor, pero no siempre sabemos o podemos contemplar y acompañar las fatigas del Señor, como si esto no fuera cosa de Dios”. Por el contrario – prosiguió – “el Señor se fatigó y en esa fatiga encuentran espacio tantos cansancios de nuestros pueblos y de nuestra gente, de nuestras comunidades y de todos los que están cansados y agobiados”.

En cuanto a las múltiples causas que suelen provocar la fatiga del camino en los sacerdotes, los consagrados y las consagradas, al igual que en los miembros de los movimientos laicales, el Obispo de Roma aludió a toda una gama de peso que hay que soportar, que abarcan tantas situaciones que resquebrajan la vida de los consagrados. De ahí la necesidad urgente que se siente de encontrar un pozo que pueda calmar y saciar la sed y el cansancio del camino.