La ciencia se acerca al descubrimiento de vida fuera de la Tierra, dice astrónomo

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NASA

Por Pedro Peduzzi* – Repórter de Agência Brasil Brasília.-

La ciencia está cada vez más cerca de hacer un descubrimiento que despierta la curiosidad humana desde hace décadas: la existencia de vida fuera del planeta Tierra. De acuerdo con el astrónomo Gustavo Porto de Mello, son grandes las posibilidades de que esta noticia sea dada en los próximos diez años.

Según él, algunos cuerpos celestes han sorprendido a los científicos por presentar posibilidades de albergar vida, aunque microscópica. Si hasta poco tiempo Marte era el favorito para dar esa buena nueva, después del descubrimiento de agua en su subterráneo, ahora, con las recientes confirmaciones de la presencia de agua en dos lunas del Sistema Solar (Europa, del planeta Júpiter, y Encélado, de Saturno), los indicios de vida extraterrena son aún mayores.

Quien más ha instigado a los científicos sobre la posibilidad de albergar vida es la luna Europa.

“Esa luna despierta intereses desde las primeras visitas de las sondas Voyager, de la NASA, que a finales de los años 70, mostraron el satélite completamente cubierto de hielo, con una superficie lisa y sin cráteres, lo que indica “estar siendo renovada”, dijo el astrónomo Gustavo Porto de Mello, profesor en el Observatorio del Valongo, en Río de Janeiro.

Según él, los datos obtenidos posteriormente por la sonda Galileo confirmaron esa conclusión. “Aparentemente había algún tipo de actividad interna dentro de esa luna [Europa], que mantenía el hielo renovado de forma constante. La manera más fácil de entender este efecto en la superficie es suponer que existe un océano, posiblemente de grandes dimensiones, debajo del hielo”.

La Misión Cassini, en Saturno, observó también ese tipo de actividad en la luna Encélado. La actividad interna del satélite fue capaz de mantener el agua líquida debajo de la superficie y expulsar agua en forma de géiseres. Las imágenes tomadas por el telescopio espacial Hubble detectaron posibles evidencias de agua que brotaba de la superficie de Europa.

Gustavo Mello explica que, aunque la sonda Galileo no identificó agua directamente a través de la fotografía, se observó una distorsión del campo magnético en Europa que, según los autores del estudio, debió haber sido causada por las emisiones de agua. “Al ser enviada al espacio, esa agua es alterada por la luz del sol, generando una carga eléctrica capaz de distorsionar el campo magnético de aquella luna. Eso es lo que la sonda midió.

A partir de estos datos, se realizaron simulaciones a través de computadoras que reprodujeron las características de las plumas de agua observadas por el Hubble en Europa. Los resultados mostraron medidas muy parecidas a las observadas por Galileo.

“Surgió entonces otra evidencia, dentro de un cuerpo de evidencias muy grande y acumulado hace casi 30 años, de modo que ya se puede afirmar con mucha seguridad que debe haber un océano bastante extenso de agua líquida debajo de la superficie de Europa”, destacó el astrónomo.

Según él, la expectativa es que, ante tantos datos, el descubrimiento de algún tipo de vida extraterrena ocurra en menos de diez años. “Estoy cada vez más optimista de que encontraremos vida [extraterrena] en los próximos años. Sea en un lugar como Europa o Marte, sea en algún planeta [orbitando] en otra estrella, a través de la detección del oxígeno en la atmósfera. Vamos a detectar alguna evidencia clara. Posiblemente sólo de vida microbiana, pero ya es un gran punto de partida.

De acuerdo con el astrónomo, existe una gran división en las escuelas de astrobiología sobre la posibilidad de detectar una biosfera compleja, con animales multicelulares e inteligencia, como la terrestre. “Es una cuestión complicada y sin respuesta clara, pero casi todo el mundo concuerda que la vida microbiana, unicelular, simple, va a ser detectada”.

Europa Clipper

Mello tiene grandes expectativas en relación a la misión Europa Clipper, que está siendo planeada por la NASA para explorar la luna de Júpiter en los primeros años de la próxima década.

“Eso es importante porque en los últimos años la NASA venía poniendo mucho énfasis en Marte, que es un planeta parecido a la Tierra. Pero estos resultados recientes de Europa muestran un cambio de pensamiento, de modo que va a haber misiones biológicas con el objetivo de buscar vida en lugares que son sustancialmente diferentes de la Tierra.

Según él, es bastante posible que, si se encuentran organismos vivos en Europa, sean similares a las llamadas bacterias termófilas encontradas en la profundidad de los océanos del planeta Tierra.

“De la manera como entendemos la vida en la Tierra, para que haya vida es necesario tener tres ingredientes: agua líquida; una cierta química, principalmente la química orgánica del carbono, con moléculas capaces de hacer llamadas; y energía, que aquí en la Tierra es principalmente suministrada por la luz del sol “, explicó el científico.

En el caso de Europa, la vida puede haberse desarrollado debajo del hielo. “Con la presencia de agua y con la química del carbono que ya sabemos estar presente en la composición del satélite. “Habiendo energía interna, tendremos los tres ingredientes necesarios para la vida”, agregó el astrónomo resaltando que, en ese caso, sería algún tipo de vida marina basada en la energía interna del satélite, y no en la luz del sol.

En el caso de Europa, la vida puede haberse desarrollado debajo del hielo. “Con la presencia de agua y con la química del carbono que ya sabemos estar presente en la composición del satélite. “Habiendo energía interna, tendremos los tres ingredientes necesarios para la vida”, agregó el astrónomo resaltando que, en ese caso, sería algún tipo de vida marina basada en la energía interna del satélite, y no en la luz del sol.

Ante la curiosidad que temas como éste despiertan en las personas, el Observatorio del Valongo creó el proyecto Vida en el Universo. Por medio de él, los visitantes podrán informarse sobre diversos tipos de cuerpos celestes, además de eventos cósmicos y biológicos que pueden responder a la vieja y clásica pregunta: “¿Estaremos solos?”.

*Colaboró Adrielen Alves, repórter de Rádio Nacional