Por Raúl Vallarino desde Jerusalén

La Iglesia del Santo Sepulcro es conocida también como la Basílica del Santo Sepulcro, iglesia de la Resurrección o Iglesia de la Anástasis y se encuentra ubicada en la Ciudad Vieja de Jerusalén .
En este lugar se ubica el Gólgota que es el punto exacto donde —según los Evangelios— se produjo la Crucifixión, sepultura y Resurrección de Cristo. La iglesia se halla dentro de la Ciudad Vieja de Jerusalén, la cual a su vez se ubica en la línea de confluencia entre la Jerusalén oriental (árabe) y occidental (judía).
Dentro de la iglesia está el sepulcro de Jesús, el monte Calvario, la losa donde fue ungido antes de ser sepultado y el sitio donde fue encontrada su cruz tres siglos más tarde.
Frente a la entrada del Santo Sepulcro se encuentra el altar de la capilla del Ángel con una parte de la piedra que cerró el sepulcro.
La losa donde el cuerpo de Jesús fue preparado para ser sepultado se puede apreciar apenas uno entra a la Iglesia de la Resurrección.

El significado religioso dado al Santo Sepulcro dentro del Cristianismo es importantísimo, pues dentro de este recinto se encuentra tanto el Calvario, donde según se afirma Jesucristo murió, como su sepulcro, lugar en el que, según afirman los Evangelios, resucitó al tercer día de su muerte. Por esta razón el sepulcro es el centro principal de la basílica. La capilla que lo contiene, en medio de la llamada «Rotonda» al frente del coro de los griegos, es conocida como la ἀνάστασις (que en griego significa ‘resurrección’).
Según los evangelios, antes de la muerte de Jesús el sitio era una tumba ya habilitada como tal, pero no utilizada todavía, propiedad de un rico judío seguidor de Cristo llamado José de Arimatea. Se trataría de un hueco horadado en la roca, que podía taparse con una gran piedra destinada al efecto para que rodara o se deslizara hasta la abertura del nicho. (Wikipedia)

Una de las versiones sobre el primer anuncio de la Resurrección de Cristo, según los Evangelios, es el momento en que las mujeres que iban a ungir su cadáver con especias aromáticas —María Magdalena, María de Cleofás, madre de Santiago el Menor y Judas Tadeo, y Salomé (discípula), madre de Santiago y Juan— se encontraron con la piedra desplazada y el nicho expuesto y vacío.
Siempre teniendo como fuente los Evangelios, la tumba estaría situada en un jardín próximo a la roca —o montaña, o montículo; los evangelios dicen lugar— donde se produjo la Crucifixión, llamado originalmente Gólgota y luego Calvario (lat. calvaria, «calavera»), o en griego kranion («cráneo»). Ese lugar estaba muy próximo a la muralla herodiana de la ciudad de Jerusalén, e incluso comunicado con ella por una calle, pero extramuros, ya que las normas judías prohibían los enterramientos intramuros, salvo para el caso de los reyes.
