Neurocomunicación; la nueva era de la comunicación política gestionada desde el cerebro

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Andres Fredericksen, Director de ICN Diario para Europa

En la actualidad existen muchas falencias en materia de la elaboración del discurso e imagen del político lo que conlleva a que estos no puedan comunicar sus estrategias de forma óptima, generando rechazo en los electores, al tiempo de altos grados de desinterés por la política tradicional. Esta situación, recuerden, queda latente en la baja participación de los jóvenes en los procesos electorales o en las manifestaciones en contra de los organismos e instituciones de los gobiernos de turno de la región.
Ante esto se hace necesario estructurar nuevas estrategias para lograr que el candidato, líder político, dirigente estudiantil o representante sindical obtenga por parte del elector, ciudadano o trabajador una respuesta que desemboque en una mayor atención y recuerdo del mensaje que se quiere transmitir, además de lograr reacciones emocionales que constituyan el asentamiento de la idea o propuesta en la piel del receptor, generando la apertura al diálogo o negociación.
Los recientes estudios en neurociencias aplicadas a la comunicación o neurocomunicación definen las bases para que los políticos, líderes estudiantiles o de sindicatos puedan establecer estrategias de comunicación que generen una mayor conexión con los oyentes, por medio de mensajes con alto grado de persuasión a fin de influir en las actitudes y conductas del electorado. La neurocomunicación revela que los seres humanos tomamos muchas decisiones electorales desde el inconsciente, al tiempo de dejar en el tapete nuestro lado más emocional – aunque no nos guste reconocerlo- a la hora de elegir o seguir a un dirigente o líder político.
El mejor uso de las redes sociales, los canales audiovisuales, la vestimenta, gestualidad, empatía del líder y su lenguaje son algunos de los campos de acción de la neurocomunicación. Se impulsa la elaboración de estrategias comunicacionales directas al lado derecho del cerebro y al inconsciente sustentadas en investigaciones de psicología cognitiva y de los medios, emociones y neuronas espejo, teoría de usos y gratificaciones, psicología del color o mecanismos cerebrales como el sistema de recompensa cerebral o de aversión a la pérdida, entre otros conocimientos claves para elaborar, fomentar y fortalecer las habilidades a la hora de comunicar de manera eficiente y con alto impacto.
De la misma forma se afirma que la generación del miedo, la sorpresa y el humor son claves en la comunicación política. La utilización del storytelling y metáforas en el discurso son fundamentales a la hora de interactuar con los electores. En sí todas estas nuevas narrativas están basadas en el cerebro.
En esta línea la neurocomunicación contribuye a que la sociedad haga más racionales y meticulosas sus elecciones, que distinga quien es el líder que entrega más aportes al desarrollo individual y colectivo, al tiempo que los dirigentes y líderes establezcan estrategias de comunicación mucho más profesionales que contribuyan a la construcción de una imagen política más cercana, autentica y eficaz, además de liderar equipos, comunicar proyectos en beneficio de los ciudadanos, socializar el pensamiento, persuadir, motivar, captar la atención, despertar el interés, saber qué percibe el interlocutor, empatía y generar sentimientos positivos asociados a los líderes, voceros y dirigentes.
Por Andrés Fredericksen
Candidato a Doctor en Ciencias Políticas por la universidad Pontificia de Salamanca, España.
Máster en neurociencias cognitivas aplicadas a la empresa por la universidad Rey Juan Carlos de Madrid.
Máster en estudios avanzados de comunicación política por la universidad Complutense de Madrid.
Experto en neurocomunicación y neuropolítica para dirigentes, lideres y voceros políticos y estudiantes