Por Fernando Menéndez Rampa.-
Parece ineludible referirse a Trump. Intentaré hacerlo desde otra perspectiva que la obvia: la contundente condena por sus exabruptos y la siembra de una sensación de temor por lo que puede hacer. Sin embargo, no pretendo ser original, ni mucho menos llegar a ninguna conclusión; me apoyaré en algunos artículos que circulan en las redes procurando reflexionar y prestar atención a otros ángulos.
CORRUPCIÓN POLÍTICA. Ricardo Galarza en “El Observador”, no duda en afirmar que “El sistema norteamericano ciertamente se ha corrompido. La clase política gobierna con los lobbies a espaldas de la ciudadanía. Y a ello obedece en buena medida el triunfo de un candidato como Trump.” Pero ” …el establishment mantiene un enorme poder; y en Estados Unidos los medios forman parte de ese establishment. Si le quieren amargar la vida al presidente, el magnate tendrá una estadía complicada (que podría incluso ser recortada)…” También da otras opiniones: Mientras que Obama “… se dejó arrastrar a una guerra tibia con Rusia, a unas políticas catastróficas en Siria y a una nefasta intervención en Libia. Conflictos que en su conjunto han generado la colosal crisis de refugiados y desplazados que el mundo vive hoy… la idea de Trump de hacer las paces con el líder ruso para detener el conflicto en Siria y concentrar fuerzas en derrotar al Estado Islámico, parece lo más sensato.”
NO ES PARA REÍRSE: El personaje de Carlos Tanco, Darwin Desbocatti, dice desde “Búsqueda” que Trump tiene mucho en común con el Pit-Cnt: “es antiglobalización, cree en el proteccionismo … sus discursos esencialmente voluntaristas y la confianza infantil que tienen en Rusia … la fobia a los tratados de libre comercio, la declamación contra Wall Street, la satanización de los medios de comunicación”. Y concluye: “Puede ser que estemos ante el presidente de Estados Unidos más latinoamericanista de la historia.”
EL PAPEL DE LA PRENSA: Rubén Amón, en “El País” de Madrid resalta que el ya presidente de EE.UU. reafirmó que el periodismo es de las profesiones más deshonestas, porque “…Trump necesita el enemigo. Y se ocupa de nutrirlo, de abastecerlo con argumentos estrafalarios, viles, que tonifican la tensión dialéctica… Y convierte a los medios en tergiversadores, no porque lo piense, sino porque la popularidad incendiaria del presidente requiere el juego perverso de una oposición sobrexcitada….” “… los medios informativos convencionales vivimos bastante bien contra Donald Trump. Nos proporciona tráfico y debates. Nos aporta sensacionalismo. Nos sacia de noticias”. Y finaliza diciendo: “Trump representa un problema concreto, pero también es un síntoma ajeno a sí mismo y una construcción colectiva. Le han dado forma los votantes. Y ha contribuido a modelarlo la prensa en un juego perverso, temerario, de intereses, aunque resulta mucho más sencillo restringirlo al papel de un caudillo cipotudo.”
LA “MODA” DEL POPULISMO: Un 2 veces presidente, en épocas que era difícil soñar con algunos estilos políticos del presente, el Dr. Sanguinetti, dice: “.. populismo siempre, vestido con un traje de derecha o un disfraz de izquierda (implica): irrespeto a las instituciones, nacionales e internacionales; abusiva ilegitimidad de ejercicio de un poder legítimo en su origen; irrespeto al que piensa distinto; guerra a un enemigo solapado que desde afuera conspira; … la grosería como estilo y el ejercicio autoritario de la política económica al servicio de contradictorios y cambiantes intereses electorales.
PEPE, UN TRUMP A LA URUGUAYA: Son muchas las similitudes (sin negar también las oposiciones) que se nos pueden ocurrir al leer estos análisis sobre el nuevo presidente norteamericano, con nuestro ex presidente Mujica. El Pepe mandó a los opositores “…a controlar a sus señoras esposas a ver dónde andan en lugar de andar controlando estas pavadas?”. Con “pavadas” se refería a la actuación de Calloia entonces presidente del BROU, y luego de la CND bajo este mandato de Tabaré; actualmente procesado. El Pepe destrata a periodistas –en reiteración real- con un “no sea nabo” cada vez que no le gusta lo que le consultan. Una vez, que el periodista se atrevió a decirle que no le faltara el respeto, concluyó la discusión con un: “Bueno, retírese ahora, hágame el favor”. Es el mismo Pepe Coloquios, el que tiene el mérito (¿?) de “decirte una cosa y luego la opuesta” y de pensar que “lo político (puede estar) por encima de lo jurídico” cada vez que a él le parezca –como cuando hicieron ingresar a Venezuela al MERCOSUR sacando a Paraguay para lograrlo-. Trump y Pepe nos demuestran que en la “nueva forma de hacer política”, lo grosero, lo agresivo, lo escandaloso, paga. Y los que pagamos somos los ciudadanos. Antes, votándolos. Después, soportando sus gestiones y el desgaste inevitable de las Instituciones Democrático-Republicanas.
(Columna publicada en el diario Primera Hora el miércoles 25 de enero de 2017)